La esclativud no es una reliquia del pasado, sino una realidad muy presente

La servidumbre ha adquirido formas diferentes a lo largo de la historia. En la actualidad, persiste tanto en sus formas tradicionales como en otras nuevas modalidades.

Aunque no está definida en la ley, la esclavitud moderna se utiliza como un término general que abarca prácticas como el trabajo forzoso y el matrimonio forzado. Con ella, se hace referencia a situaciones de explotación en las que una persona no puede rechazar o abandonar debido a amenazas, violencia, coerción, engaño o abuso de poder. Si bien el trabajo infantil no entra dentro del término general de esclavitud moderna, normalmente se suele relacionar con ella.

Más de 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por esta lacra, representando el 71 por ciento del total, casi 29 millones. Del total de víctimas, un 25% son niños, alrededor de 10 millones.

Trabajo forzoso

Se estima que unas 25 millones de personas estaban atrapadas en trabajo forzoso en un momento dado en 2016. De ellas, 16 millones eran víctimas de la explotación laboral forzada en el sector privado (trabajo doméstico, la construcción y la agricultura), alrededor de 5 millones eran víctimas de la explotación sexual forzada; y poco más de 4 millones (16 por ciento del total) del trabajo forzoso impuesto por las autoridades del Estado.

Matrimonio forzado

Se calcula que 15,4 millones de personas eran víctimas de un matrimonio forzado en un momento dado en 2016. De este total, 6,5 millones de casos ocurrieron en los últimos cinco años (2012-2016) y el resto tuvo lugar antes de este período pero siguieron atrapadas en esa situación. Más de una tercera parte de todas las víctimas del matrimonio forzado eran niños al momento del matrimonio, y casi todos de sexo femenino.

Trabajo infantil

Además, alrededor de 152 millones de niños están sujetos a trabajo infantil, de los que lo que 88 millones son varones y 64 niñas. El mayor número de niños entre 5 y 17 años víctimas del trabajo infantil se encuentra en África (72,1 millones), seguida por Asia y el Pacífico (62 millones), las Américas (10,7 millones), Europa y Asia Central (5,5 millones) y los Estados Árabes (1,2 millones). Aproximadamente una tercera parte de los niños, entre 5 y 14 años, en trabajo infantil está fuera del sistema escolar, 38 por ciento de los niños entre 5 y 14 años que realizan trabajos peligrosos y casi dos terceras partes de los que tienen entre 15 y 17 años trabajan más de 43 horas por semana.

El Objetivo de un trabajo decente necesita mayor esfuerzo

Estas estadísticas nos muestran que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en particular la meta 8, que promueve el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, no podrán ser alcanzados a menos que se intensifiquen en forma drástica los esfuerzos para eliminar la esclavitud

En concreto está amenaza la meta 8.7 que insta a adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados. Pero no solo, porque también puede afectar al Objetivo número 1 que busca poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

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