Con un tanto en la segunda parte de Shane O’Neill, Seattle Sounders derrotó por 1-0 a FC Dallas y clasificó a la Final de la Conferencia Oeste de MLS.
Antes del inicio del encentro, Nicolás Lodeiro lució una camiseta con el dorsal y el nombre de Diego Maradona durante los movimientos precompetitivos de Seattle Sounders, a modo de homenaje al astro argentino fallecido días atrás.
Ya con la pelota en juego, el equipo local inició el encuentro ocupando buena parte del terreno de FC Dallas, al que asedió y dominó, aunque no pudo reflejar ese dominio en el marcador.
Pese a alguna buena combinación del tridente local (formado por Jordan Morris, Raúl Ruidíaz y Lodeiro), con el paso de los minutos el conjunto texano fue ganando en confianza y serenidad. Las transiciones veloces comandadas por el colombiano Andrés Ricaurte gozaron de calidad y precisión, y sobre el final de la primera parte revirtieron la sensación generada por el dominio inicial de Sounders FC, pese a la ausencia de remates francos sobre ambos arcos.
En la segunda parte, el planteo de FC Dallas -de resistir los embates de Seattle e ir ascendiendo en el terreno- siguió brindando sensaciones positivas. Pero pronto -en los primeros minutos del segundo tiempo, cuando Dallas parecía estar adormeciendo a Sounders FC- Shane O’Neill sacudió la pereza imperante, y con un tremendo cabezazo puso las cosas 1-0 para los dueños de casa.
Tras el tanto inicial, las cosas se pusieron más de cara para Seattle, que se encontró sobre el terreno de juego con un FC Dallas más abierto, que permitió más espacios en el terreno de juego. Pero eso para nada significó que la visita había perdido el rumbo… Poco después del minuto 60, el recién ingresado Michael Barrios estrelló un balonazo sobre una de los postes de la portería defendida por Stefan Frei.
No fue la única ocasión que tuvo Dallas hasta el final del encuentro, pero quizás sumó menos que Seattle Sounders, que terminó la semifinal jugando con algo más de autoridad, en contra de la valentía y el arrojo de los hombres de Luchi González, que no dieron ninguna bola por perdida.
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