Un estudio publicado por The Lancet revela que si los países elevan sus ambiciones climáticas a fin de cumplir con los objetivos estipulados en el Acuerdo de París y dan prioridad a la salud se salvarán anualmente millones de vidas para 2040.
La adopción de políticas consistentes con alcanzar las metas que recoge el citado acuerdo y anteponer la salud podría ahorrar 6,4 millones de vidas debido a una dieta mejor; 1,6 millones de vidas gracias a un aire más limpio y 2,1 millones de vidas por un incremento del ejercicio, cada año, en nueve países.
Así se desprende de una nueva investigación que subraya los beneficios que se obtendrían para la salud si los países adoptan planes climáticos en línea con el Acuerdo de París, destinadas a limitar el calentamiento global a “bien por debajo de 2 grados centígrados”.
En línea con el Acuerdo de París
Los países tenidos en cuenta, que representan el 50 % de la población mundial y el 70 % de las emisiones mundiales son: Brasil, China, Alemania, India, Indonesia, Nigeria, Suráfrica, Reino Unido y Estados Unidos.
Los signatarios del Acuerdo de París están revisando las llamadas “contribuciones” (NDC) cara a la cumbre de Escocia de este año -COP26-, que debían haber sido entregadas antes de finales de 2020.
El estudio indica que actualmente esas contribuciones no son lo suficientemente sólidas para cumplir con el acuerdo.
“Nuestro estudio se centra en un incentivo crucial pero que con frecuencia se pasa por alto para erradicar el cambio climático”, afirma Ian Hamilton, director ejecutivo de The Lancet Countdown sobre Salud y Cambio climático.
Agrega que “a diferencia de los beneficios directos de la mitigación de las emisiones, que son a largo plazo y se entienden en términos de limitación de daños, los cobeneficios de la salud y las ambiciosas políticas climáticas tienen un impacto positivo inmediato”.
Salvar millones de vidas
“El mensaje es claro. No solo cumplir con París evita la muerte de millones de vidas de forma prematura cada año, la calidad de vida para millones más mejorará con una mejor salud. Tenemos una oportunidad de situar la salud en primera fila de las políticas de cambio climático para salvar incluso más vidas”, apunta.
En esta investigación, las emisiones generadas por la energía, la agricultura y por los sectores del transporte, las muertes anuales debido a la polución aérea, factores de riesgo relacionados con la dieta y la inactividad física, fueron estimados para el año 2040 en tres escenarios diferentes de contribuciones (NDC).
El escenario de partida tuvo en cuenta las actuales políticas de contribuciones; el segundo, las políticas adoptadas en línea con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible y un tercer escenario analizó el beneficio de incorporar objetivos sanitarios explícitos dentro de un escenario de vías sostenibles.
En los nueve países, los expertos observaron que con el escenario que cumplía con el Acuerdo de París se podían salvar 5,8 millones de vidas por una mejor dieta, 1,2 millones de vidas por un aire más limpio y 1,2 millones de vidas por el incremento de ejercicio.
Reducir las muertes anuales por polución
La adopción de una vía más ambiciosa con objetivos explícitos de salud podía resultar en una nueva reducción de las muertes anuales -462.000, 572.000 y 943.000- atribuidas a la polución ambiental, la dieta y la inactividad física respectivamente.
De lo que más se benefician todos los países, según esto, es de las mejoras introducidas en la dieta y, en concreto, los que más beneficios obtienen de las mejoras alimenticias en términos proporcionales son Alemania, con 188 muertes evitadas por 100.000 habitantes anualmente; Estados Unidos, con 171 muertes evitadas por cada 100.000 y China, con 167 muertes evitadas por cada 100.000.
“Al tiempo que se pide a los países que incrementen su nivel de ambición cara a la COP 26 en Glasgow,los próximos meses representan un momento clave en la lucha contra el cambio climático y una oportunidad de mejorar la salud global. Si hay necesidad de un ultimátum para motivar la acción, lo tenemos y es noviembre”, remarca Alastair Brown, editor jefe de The Lancet Planetary Health. EFEverde