Una cadena de terremotos, de magnitud entre 5,9 y 7,7, sacuden desde anoche y continúan este jueves las aguas del Pacífico Sur, con Nueva Caledonia, un territorio francés de ultramar, como el lugar habitado más próximo.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, siglas en inglés), que vigila la actividad sísmica mundial, informó de un nuevo seísmo de magnitud 5,9 y que azotó las aguas a las 11:14 horal local (00:14 GMT).
USGS situó el hipocentro a 10 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y a unos 433 kilómetros al este de Tadine, en Nueva Caledonia, y a 477 kilómetros al noroeste de Isangel, en Vanuatu.El temblor más fuerte, de magnitud 7,7, sacudió la zona pasada la madrugada local, a una profundidad de 10 kilómetros bajo el lecho marino y localizado a unos 413 kilómetros al oeste de Vao, en Nueva Caledonia y a 417 al noreste de Tafao, en Vanuatu.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center en inglés), informó de que este seísmo podría provocar olas de entre 30 centímetros y un metro en las costas de Nueva Caledonia, Vanuatu y Fiji.
Sucesión de terremotos
Horas antes la región registró un terremoto de magnitud 6, seguido de una replica de magnitud 6,1 una media hora después, también en las Islas de la Lealtad.
Durante la noche y unas ocho horas después del fuerte seísmo también sucedió otro terremoto de magnitud 6,4 en la misma región.
Las autoridades de Nueva Zelanda advirtieron de que las costas de su país podrían experimentar “corrientes fuertes e inusuales, y marejadas impredecibles“.
En este sentido, aunque no se esperan inundaciones terrestres, señalaron que existe un peligro para los bañistas, surfistas, pescadores, las embarcaciones pequeñas y cualquier persona que se encuentre en el agua o cerca de la costa.
Alerta de tsunami desactivada
La alerta de tsunami fue cancelada más tarde, informó el departamento de Meteorología de Australia, aunque indicó que “pequeñas e inusuales olas podrían persistir“.
Nueva Caledonia se encuentra cerca del llamado Anillo de Fuego del Pacífico y de los volcanes submarinos de la Cuenca de Lau, por lo que registra habitualmente sacudidas de origen sísmico. EFEverde