• El proyecto se ejecutará con recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo hará la implementación.

• Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) buscan el acceso universal y equitativo al agua potable, el saneamiento y la higiene. Eso es lo que pretenden Colombia y Ecuador con esta iniciativa.

Bogotá D. C., 26 de febrero de 2021 -MADS-. Los gobiernos de Colombia y Ecuador desarrollan desde hoy el proyecto Manejo Integrado de los Recursos Hídricos de las Cuencas Binacionales, para contrarrestar en estos territorios el cambio climático y los otros motivos que les impiden a las comunidades llevar una vida digna y sana.

El proyecto surgió para aumentar la resiliencia, la sostenibilidad socioambiental y hacer un uso adecuado de los recursos naturales y gestionar los riesgos de desastres en la frontera que comparten Colombia y Ecuador. Para alcanzar estos objetivos, ya trabajan unidos los ministerios de Ambiente de los dos países, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), entre otras entidades.

“Juntos direccionaremos las acciones en el marco de los objetivos y líneas estratégicas de la Política Nacional de Gestión Integral de Recurso Hídrico, que busca mejorar las condiciones del agua en cuanto a oferta, demanda, calidad, cantidad, disminución del riesgo, fortalecimiento institucional y gobernanza”, aseguró David Olarte, jefe de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

En su intervención, Matilde Mordt, representante del PNUD Ecuador, afirmó: “los recursos no conocen fronteras. Es nuestro compromiso, y el de ustedes, ser parte de las soluciones que se plantean para un manejo adecuado de las cuencas hidrográficas transfronterizas, que finalmente drenan al Océano Pacífico. Como lo ven, todos estamos conectados, desde el árbol en la cuenca alta, hasta los ríos que desembocan en el mar”.

En dichas cuencas habitan más de un millón de personas, muchas de las cuales pertenecen a comunidades indígenas que se beneficiarán directamente. Estos territorios, además de contar con especies de alto valor de conservación como la rana marsupial de la costa norte, el loro de orejas amarillas y el oso andino, también sostienen la valiosa biodiversidad de dos regiones críticas: los Andes tropicales y Tumbes-Chocó-Magdalena.

“El agua es nuestro legado”

Jaime Ortiz, viceministro de Ambiente y Agua de Ecuador, resaltó la importancia de dejarle un legado a las actuales y futuras generaciones, mucho más a las ubicadas en zonas de alta sensibilidad como las fronteras, que merecen mayor atención por sus dinámicas sociales y características ambientales. “Seguramente el proyecto enfrentará varios retos, pero estoy seguro de que podremos superarlos mediante el diálogo y las acciones conjuntas con los administradores en los territorios. El agua es nuestro legado”, dijo.

A su turno, la gerente del Área de Desarrollo Sostenible del PNUD Colombia, Jimena Puyana, mencionó algunas acciones que se adelantarán en la ejecución del plan. “Velaremos porque se hagan obras de bioingeniería comunitaria para la adaptación a los cambios de clima y la reducción de riesgos de desastres; estudios para mejorar los sistemas de acueductos rurales, un sistema de información binacional que fortalezca la toma de decisiones, así como la institucionalidad ambiental del agua que existe en nuestros países”, expresó.

Las partes se comprometieron, como principales gestores, a implementar las medidas del proyecto de manera efectiva y eficiente.

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