Numerosas organizaciones no gubernamentales han hecho un llamamiento a todos los ciudadanos para que participen en el Día mundial de la desinversión en combustibles fósiles, cuyos actos tendrán lugar los días 13 y 14 de febrero.
Con este día se quiere reivindicar la importancia de la desinversión como parte de los esfuerzos frente al cambio climático puesto que los combustibles fósiles son la principal causa del calentamiento global.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el 80% de las reservas de combustibles fósiles deben permanecer en el suelo si la comunidad internacional quiere cumplir el objetivo declarado de limitar el calentamiento global por debajo de los 2ºC este siglo.
De forma más concreta, los organizadores del Día mundial hacen un llamado a los responsables de instituciones que tienen inversiones en la industria de los combustibles fósiles para que las congelen inmediatamente y que en un plazo de cinco año lleven a cabo la desinversión total de sus carteras fósiles.
Esta campaña está diseñada para contribuir a los esfuerzos para lograr un acuerdo eficaz en la Conferencia de la ONU sobre cambio climático que se celebrará en París a finales de año.
En su último informe, el IPCC subrayó la importancia crucial de cambiar el rumbo de las inversiones para lograr el objetivo de los 2ºC, asegurando que «la reducción substancial de las emisiones requiere grandes cambios en los patrones de inversión».
Precisamente, durante la presentación del informe del IPCC, el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a las compañías la descarbonización de sus inversiones, al asegurar:
Llevo tiempo urgiendo a las compañías de seguros y fondos de pensiones a que reduzcan sus inversiones en carbón y en una economía que se nutre de los combustibles fósiles y las redirijan a fuentes de energía renovables.
Con este llamado a la descarbonización de capitales, Ban Ki-moon se suma a una larga lista de personalidades que abogan por una economía baja en carbono, entre ellas Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, el Arzobispo Desmond Tutu y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.