Al paso que vamos habrá más cubrebocas en el mar que medusas, la pandemia no trajo tregua a la naturaleza y los desechos en el océano han aumentado.
Hasta hace un año el problema mayor en la contaminación de los mares y océanos eran los desechos de un sólo uso como botellas plásticas y envoltorios. Sin embargo, con la prolongación de la pandemia, un artefacto hasta entonces poco visto en los mares comenzó a inundar las aguas marítimas; los cubrebocas.
Según el Foro Económico Mundial, alrededor de 150 millones de toneladas métricas de plástico ya flotan en nuestros mares, además, anualmente ingresan 8 millones de toneladas adicionales. A este paso para 2040 tendremos 710 millones de toneladas métricas contaminando el medio ambiente y puede haber más plásticos que peces en el mar.
Parece que la pandemia no vino a dar tregua a la naturaleza, los cubrebocas desechados de forma errónea que van a parar al mar, podrían superar en número a las medusas. El problema radica en que en promedio un cubrebocas tarda hasta 450 años en descomponerse, poniendo en peligro la vida de aves y fauna marina. Además, arrojarán microplásticos al mar que podrían terminar entrando en la cadena alimenticia.
Más cubrebocas que medusas en el mar
Laurent Lombard, buzo fundador de la organización Operación Mar Limpio, lanzó un llamado de urgencia para mostrar el evidente crecimiento de desechos de mascarillas en el mar. “Pronto puede haber más mascarillas que medusas en el Mediterráneo”, advirtió el buzo.
Como bien advierte el buzo defensor del ecosistema marino “si la gente no las arrojara a la calle, no llegarían hasta aquí”, haciendo alusión a las malas prácticas de desechos de mascarillas. “El 80% de residuos que acaban en los océanos provienen de tierra firme y son arrastrados por la lluvia hasta los ríos”.
Los residuos desechados en tierra que van a para al mar, lo hacen mediante las corrientes de viento y el desplazamiento a causa de lluvias y tormentas. Por ello es importante que, en caso de no tener otra opción más que usar cubrebocas desechables, se depositen en los lugares adecuados y así evitar que terminen en el mar. Sin embargo, la mejor opción sería hacer uso de mascarillas reutilizables y alternativas al plástico.
Los datos recopilados por Ocean Asia sugieren que al menos 1,560 millones de cubrebocas pudieron haber desembocado en el mar durante 2020. La industria de producción de mascarillas aceleró sus números tras la llegada de la pandemia. Pasó de facturar 660 millones de euros en 2019, a 137 mil millones de euros en el año 2020.
Cuidar la salud y el medio ambiente
Ocean Asia ha organizado expediciones periódicas en búsqueda de cubrebocas en el mar para extraerlos y evitar la amenaza para las especies endémicas. Sin embargo, los esfuerzos no alcanzan a cubrir los desechos globales. Por ello es importante que, si bien sabemos que el uso de cubrebocas es esencial en estos tiempos, los portemos con la mayor responsabilidad ambiental posible.
Siempre será mejor buscar alternativas reutilizables y distintas al plástico, para evitar contaminar el medio ambiente y los océanos. Aunque si la necesidad no da para esta alternativa, deposita las mascarillas en los lugares adecuados y nunca, nunca las tires en la calle.
ecoosfera.com