- Para realizar una plantación se debe contar con un plan y diseños aprobados por la autoridad ambiental competente (CAR o Secretaría de Ambiente).
- Una plantación no se puede hacer en cualquier zona ni con cualquier especie, esto requiere de estudios para garantizar que los individuos vegetales sean aptos para el área, cumplan su función ecológica y no se conviertan en invasoras.
- Los individuos vegetales mejoran la calidad del aire, absorben dióxido de carbono, reducen las islas de calor y son hogar de fauna y flora, entre otras bondades.
- La comunidad es una aliada estratégica para el mantenimiento y conservación de los árboles.
- Reverdecer Bogotá es un trabajo de varias entidades del Distrito para el beneficio de todos los bogotanos.
Bogotá, (@AmbienteBogota). La Secretaría de Ambiente, con apoyo de otras entidades del Distrito, realiza periódicamente jornadas de plantación de árboles. Esto es clave para el compromiso de la Administración de la alcaldesa Claudia López de reverdecer Bogotá. Los árboles, además de adornar el paisaje, tienen beneficios que pocos conocen. Según Angie Sánchez, profesional de la Secretaría de Ambiente “las jornadas de plantación y todos los procesos de restauración ecológica son importantes en la ciudad, ya que nos ayudan a generar más oxígeno, conectividad con otros ecosistemas y contribuyen para al alimento para nuestra fauna”.
https://www.youtube.com/embed/u-Fntn42osE Además de esto, disminuyen el efecto invernadero y las islas de calor, mantienen los ríos limpios, forman suelos fértiles, mejoran el paisaje y en ocasiones, se convierten en patrimonio cultural. Para que estas actividades tengan éxito y perduren en el tiempo, es clave el trabajo comunitario. Juan Sebastián González hace parte de la comunidad aledaña al humedal La Conejera y ha sido testigo de la importancia de la protección de estos ecosistemas. Para él “las jornadas de siembra son uno de los ejes principales. Estos espacios son muy importantes por el simple hecho de que los servicios ecosistémicos que se generan son primordiales para la ciudad. También hemos mantenido los procesos de educación, de recuperación forestal y de investigación”. Angie Sánchez agregó que “la comunidad es muy importante en estos procesos de restauración, ya que son ellos los que están en el territorio, los que nos pueden ayudar a vigilar el estado de nuestros árboles y nos apoyan con las jornadas de riego que son tan importantes”. Precisamente, además de participar en jornadas de plantación, la comunidad también se une a las actividades de riego que organiza la entidad. La frecuencia depende del clima o de la especie. Adicionalmente, en conjunto con Aguas de Bogotá, se hacen este tipo de acciones constante. Las especies que más se utilizan en los procesos de restauración ecológica son principalmente mano de oso, nogal, alisos, trompetos y chilcos, entre otras, que son propagadas en los viveros de la Secretaría de Ambiente y son nativas, es decir, propias del bosque alto andino, característico del suelo capitalino. La Secretaría de Ambiente es la encargada de hacer las plantaciones en la parte rural y el Jardín Botánico en el área urbana. Si un tercero quiere realizar este proceso tiene que asesorarse por la autoridad ambiental competente (Secretaría de Ambiente o CAR) y presentar un plan de plantación o intervención con los diseños respectivos. Esto es evaluado y los expertos de las entidades dan su concepto sobre la viabilidad. Es importante tener en cuenta que no se deben plantar especies que no sean de la región, porque en vez de ser benéficas se pueden convertir en invasoras y perjudican el ecosistema. Por esto, no cualquier ciudadano puede realizar una plantación, pues se deben tener en cuenta criterios ambientales, paisajísticos, del tipo de suelo y de las especies para que se garantice que sean aptas para una zona determinada.
Para realizar una plantación es importante tener en cuenta las características de la especie y del suelo. Foto: Comunicaciones, Secretaría de Ambiente.
Pero hay otro aspecto fundamental: no basta con plantar el árbol y regarlo, también requiere del cariño de la comunidad para su cuidado. Algunas recomendaciones son no pisarlos, estar pendiente porque en sus primeros meses o años son de pequeño tamaño y la gente puede pasar por encima; y no botar basura, ya que esto afecta su oxigenación e interrumpe el ciclo biológico que se da alrededor del individuo vegetal. Gracias a esta coordinación de entidades y ciudadanía, durante el último año se plantado más de 53 mil árboles en zonas rurales y urbanas de Bogotá, entre la autoridad ambiental y el Jardín Botánico. La meta del cuatrienio son 802.000, así que continuaremos con ese trabajo de reverdecer Bogotá.
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