Ginebra, 15 de marzo de 2021 (OMM) – En la reunión anual del Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se examinará la temporada récord de 2020 en el Atlántico, se afinará la coordinación para 2021 y se debatirán los nombres de huracanes que deban retirarse de las listas rotatorias o añadirse a ellas.
La temporada de huracanes de 2020 en el Atlántico registró un récord de 30 tormentas tropicales con nombre, entre ellas, 13 huracanes y 6 huracanes de gran intensidad, que tuvieron consecuencias directas en muchos países de la cuenca del Atlántico, el mar Caribe y el golfo de México. Cinco huracanes llegaron a tierra en el Caribe, incluidos dos con vientos de categoría 4 que se abatieron sobre Nicaragua con unas dos semanas de diferencia. También se desataron 12 tormentas que tocaron tierra en el territorio continental de los Estados Unidos.
Fue la sexta temporada consecutiva con una actividad tormentosa superior a la media: se produjeron cientos de víctimas y daños estimados en miles de millones de dólares.
«La temporada de huracanes de 2020 ha sido una de las más complicadas en los 40 años de historia del Programa de Ciclones Tropicales de la OMM«, comentó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. «La cantidad sin precedentes de huracanes, junto con la COVID-19, crearon, literalmente, la tormenta perfecta.»
«Las restricciones que se imponen por segundo año consecutivo para detener la propagación de la pandemia parecen complicar las actividades de preparación y respuesta ante los huracanes. La capacidad de hacer frente a esos fenómenos, especialmente en las zonas devastadas por las tormentas, se ha reducido significativamente. Hoy más que nunca los avisos exactos y oportunos son vitales para reducir al mínimo las muertes y las disrupciones y para maximizar la seguridad y el bienestar de la población», dijo el profesor Taalas.
El Comité de Huracanes, que presta servicios a las regiones de América del Norte, América Central y el Caribe (Asociación Regional IV de la OMM), examinará, en su reunión virtual del 15 al 17 de marzo, su Plan Operativo para la próxima temporada. En la reunión se abordará la emisión de pronósticos y avisos de viento, mareas de tempestad e inundaciones y las evaluaciones de impacto de esos fenómenos, así como la convención de denominación de los huracanes.
Cooperación regional
El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos funciona como Centro Meteorológico Regional Especializado de la OMM para la predicción de ciclones tropicales según un exitoso modelo de cooperación internacional que pone sofisticados productos de predicción, formación y evaluación del impacto a disposición de los países y comunidades más vulnerables a los peligros relacionados con los ciclones tropicales.
«Pese a los graves efectos y las víctimas mortales que se produjeron en 2020, no hay duda de que se salvaron cientos y quizás miles de vidas gracias a las actividades de preparación», señaló Kenneth Graham, director del Centro Nacional de Huracanes y presidente del Comité de Huracanes. «Los avisos oportunos y adaptados a los destinatarios permitieron conseguir un equilibrio satisfactorio entre la necesidad de evacuar poblaciones y la posibilidad de esos grupos de permanecer en el lugar en medio de la pandemia.»
Durante la temporada récord de 2020, el Centro Nacional de Huracanes emitió 639 paquetes de avisos, casi el doble de la media. Los aviones de reconocimiento de huracanes de la Fuerza Aérea y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos realizaron 223 misiones para monitorear la trayectoria y la intensidad de los ciclones tropicales.
«Estos esfuerzos de los cazahuracanes de la NOAA y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos cosechan un franco reconocimiento porque proporcionan datos meteorológicos extremadamente valiosos que no aporta ninguna otra fuente. Esos datos contribuyeron a determinar la intensidad, ubicación y estructura de las tormentas tropicales y los huracanes que amenazaron con llegar a tierra o que finalmente impactaron en ella. Los datos ayudaron también a que el Centro Meteorológico Regional Especializado y los Servicios Meteorológicos Nacionales de la región emitieran oportunamente avisos y pronósticos que tienen en cuenta los impactos», explicó Graham.
La temporada de 2020 empezó pronto y rápidamente con un récord de nueve tormentas con nombre entre mayo y julio. Terminó tarde, registrándose por primera vez dos huracanes de gran intensidad en noviembre, mes en el que la temporada tiene normalmente poca actividad. La temporada fue tan activa que se agotó la lista rotativa de 21 nombres de la OMM y debió utilizarse el alfabeto griego por segunda vez (la primera fue en 2005).
A finales de agosto, el ciclón tropical Laura llegó a tierra en Luisiana como huracán de categoría 4, provocó daños valorados en al menos 19 000 millones de dólares y se cobró la vida de 77 personas. Septiembre fue el mes más activo del que se tiene registro en el Atlántico, con diez tormentas con nombre. El huracán Sally avanzó lentamente y azotó la costa del golfo de los Estados Unidos, causando graves inundaciones.
Los ciclones tropicales Eta e Iota llegaron a tierra como huracanes de categoría 4 en Nicaragua, en noviembre con solo dos semanas de diferencia, golpeando toda la región y dejando un saldo de cientos de muertos.
«Los países en desarrollo y las pequeñas islas del Caribe y América Central son cada vez más vulnerables a los efectos de los ciclones tropicales, que pueden echar por tierra años de desarrollo socioeconómico en cuestión de horas. En 2020, volvió a producirse esta situación, que tuvo efectos trágicos», recordó Evan Thompson, presidente de la Asociación Regional IV de la OMM (América del Norte, América Central y el Caribe).
«Es imposible evitar esta increíble fuerza de la naturaleza, pero sí podemos reducir en la mayor medida posible la pérdida de vidas y bienes mediante pronósticos y avisos de última generación y una sólida coordinación y cooperación regionales», dijo Thompson, que dirige el Servicio Meteorológico Nacional de Jamaica.
El Comité también considerará la convención de denominación de los huracanes.
Las listas de nombres de ciclones tropicales del Atlántico se reutilizan cada seis años, excepto cuando las tormentas se cobran muchas vidas o provocan costosos daños, en cuyo caso esos nombres se retiran de las listas futuras. El Comité de Huracanes debatirá la exclusión de nombres que se usaron en 2020 y también en 2019, ya que ese tema no figuraba en el orden del día de la reunión del Comité de Huracanes del año pasado debido al desencadenamiento de la crisis de COVID-19. También se abordará la cuestión del uso del alfabeto griego.
La temporada de huracanes comienza oficialmente el 1 de junio y termina el 30 de noviembre.
Sin embargo, algunas tormentas con nombre se han formado antes del inicio oficial de la temporada de huracanes en aproximadamente la mitad de los últimos 10 a 15 años, incluidos todos y cada uno de los últimos seis años. Muchos de los sistemas que se producen en el mes de mayo son sistemas híbridos (subtropicales) de corta duración que pueden detectarse actualmente gracias a un mejor monitoreo y a cambios en políticas que permiten dar nombre a las tormentas subtropicales.
En 2020 el Centro Nacional de Huracanes emitió, antes del 1 de junio, 36 proyecciones especiales sobre la evolución del tiempo en los trópicos. Con el fin de proporcionar información más coherente sobre los sistemas que podrían producirse a finales de mayo y principios de junio, el Centro Nacional de Huracanes comenzará a emitir sistemáticamente proyecciones sobre los sistemas meteorológicos tropicales en el Atlántico el 15 de mayo, que es también la fecha en que se dan a conocer las primeras proyecciones para la cuenca del Pacífico Oriental. También está evaluando la necesidad, y las consecuencias, de adelantar el inicio de la temporada de huracanes al 15 de mayo.
El Comité de Huracanes de la OMM no tomará ninguna decisión al respecto en su reunión anual y este año no se modificará el inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico.
En sus proyecciones estacionales sobre huracanes, la NOAA de los Estados Unidos predijo con exactitud que existía una alta probabilidad de que la temporada de 2020 tuviese una actividad superior a la normal, con grandes posibilidades de que fuese extremadamente activa. La NOAA publicará sus proyecciones para 2021 en el mes de mayo.
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