MILÁN – Mira ese abrazo. Mira el beso de Antonio Conte a Achraf Hakimi. Fíjate en la alegría de Matteo Darmian corriendo sobre el mojado campo de San Siro antes de ser sumergido por sus compañeros. Ahí está la fuerza de este equipo: unidos. Juntos, incluso cuando hay que derribar los muros más fuertes. El fútbol es extraño: contra el Sassuolo, 2 tiros a puerta y 2 goles. Contra el Cagliari, todo cambió: Vicario, el portero visitante, debutó en la Serie A y lo salvó todo. El Inter realizó 15 disparos, 7 de ellos a puerta. Y se abrieron paso a 13 minutos del final con una acción casi de rugby, porque así es como deben resolverse ciertos scrums: por la fuerza, vertical y horizontalmente. Lukaku, Hakimi y ¡boom!: ese balón de Darmian empujado a la portería con la izquierda para firmar el 1-0. Y luego un poco de alivio, al final, con la energía de todos para arrastrar a este equipo, a este grupo, a la decimoprimera victoria consecutiva en el campeonato. Son 74 puntos, 11 puntos por delante del segundo puesto.

El primer partipo del Inter de la temporada en la liga sin Nicolò Barella, un Inter con algunos cambios respecto al partido del miércoles contra el Sassuolo. Bastoni y Brozovic volvieron a sus puestos, Darmian subió a la banda derecha, Sensi rotó en el centro del campo y Sánchez se unió a Lukaku. Fue un día para los porteros: Handanovic igualó a Ivano Bordon en cuanto a apariciones con los nerazzurri y Vicario debutó contra el Cagliari y se convirtió en un factor decisivo en el partido.

El Inter tenía el control del campo: Brozovic-Sensi-Eriksen estaban en contacto estrecho y Sánchez estaba en movimiento y creando juego y espacio. La producción ofensiva choca con la tupida malla de los adversarios: filas cerradas y espacios obstruidos. Necesitan velocidad, necesitan triángulos rápidos y ajustados, necesitan que todos participen en la búsqueda del espacio adecuado. Incluso los disparos de larga distancia se convirtieron en un arma importante: un derechazo luminoso de Eriksen fue la comidilla, pero Vicario evitó el gol con una magnífica parada. 

Sánchez encontró el gol, pero estaba en fuera de juego. Sensi y Sánchez lo intentaron desde el mismo lugar, al borde del área. El Cagliari es ordenado, intenta apoyarse en Pavoletti para aligerar las cosas y confía en los disparos lejanos de Nainggolan para picar, como ya hizo la temporada pasada en San Siro. En el minuto 40 hay otra ocasión para el Inter: Sánchez envía a Darmian, pero su zurdazo en el área encuentra una gran respuesta de Vicario.

Difícil este Cagliari: los puntos de la salvación valen su peso en oro y la búsqueda desesperada del equipo sardo de cualquier posibilidad de arrebatarlos hace que el partido sea aún más difícil para el Inter. Los invitados se aferran a las paradas de Vicario en lo que se convierte en un duelo prolongado, un mano a mano entre los nerazzurri y el portero del Cagliari. Las paradas de Vicario se sumaban y multiplicaban. El Inter no pudo encontrar hueco e intentaba disparar desde lejos: Sensi, Eriksen y Lukaku lo hicieron, todos con el resultado de encontrar los guantes del portero.

El gol, la liberación y la alegría llegaron en el minuto 77. La obstinación de los nerazzurri no desencadenó en la improvisación, al contrario: compuso una acción clásica, de colaboración. Lukaku se liberó, protegió y envió a Hakimi, fresco y chispeante, por la derecha. Achraf se abrió paso y condujo con potencia hacia el centro, donde Darmian se abrió paso, desplazado hacia la izquierda por la entrada del marroquí. Su zurdazo envió el balón a la red y deshizo un nudo que llevaba demasiados minutos en la garganta.

Alegría y abrazos y luego lucha otra vez. Porque el Cagliari se levanta, por primera vez y se lanzó hacia adelante. Comienza un segundo partido, compuesto por cabezazos, relanzamientos y rebotes. Gagliardini, Vecino y D’Ambrosio ayudan a proporcionar energía fresca. Lukaku se lleva el último balón. Ya son 11 seguidos y llevamos +11.

DATOS

INTER (3-5-2): 1 Handanovic; 37 Skriniar, 6 de Vrij, 95 Bastoni; 36 Darmian (33 D’Ambrosio 84′),  24 Eriksen (5 Gagliardini 81′), 77 Brozovic, 12 Sensi (8 Vecino 81′), 15 Young (2 Hakimi 70′); 9 Lukaku, 7 Sánchez (10 Lautaro 70′).
Suplentes: 27 Padelli, 97 Radu, 13 Ranocchia, 14 Perisic, 99 Pinamonti.
Entrenador: Antonio Conte.

CAGLIARI (3-5-2): 31 Vicario; 24 Rugani (9 Simeone 84′), 2 Godin, 44 Carboni; 25 Zappa (27 Cerri 91′), 8 Marin, 4 Nainggolan, 32 Duncan (19 Asamoah 72′), 18 Nandez; 30 Pavoletti (20 Pereiro 91′), 10 Joao Pedro.
Suplentes: 1 Aresti, 34 Ciocci, 3 Tripaldelli, 15 Klavan,16 Calabresi, 22 Lykogiannis, 40 Walukiewicz. 
Entrenador: Leonardo Semplici.

Goleadores: 77′ Darmian (I)
Amonestados: Brozovic (I), Nainggolan (C)
Descuento: 0′ – 3′.

Árbitro: Pairetto.
Asistentes: Valeriani, Imperiale.
Cuarto árbitro: Massimi.
VAR: Massa.
Asistente del VAR: Lo Cicero.

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