Casi medio siglo de acción medioambiental

El año 1972 marcó un punto de inflexión en el desarrollo de las políticas medioambientales internacionales: se celebró en Estocolmo (Suecia) la primera gran conferencia sobre cuestiones relativas al medio ambiente del 5 al 16 de junio, bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Conocida como la Conferencia sobre el Medio Humano, o la Conferencia de Estocolmo, su objetivo era forjar una visión común sobre los aspectos básicos de la protección y la mejora del medio humano.

Ese mismo año, el 15 de diciembre, la Asamblea General aprobó una resolución A/RES/2994 (XXVII)  que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente y pedía «a los gobiernos y a las organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas a que todos los años emprendan en ese día actividades mundiales que reafirmen su preocupación por la protección y el mejoramiento del medio ambiente, con miras a hacer más profunda la conciencia de los problemas del medio ambiente y a perseveran en la determinación expresada en la Conferencia». La fecha elegida coincide con el día de la apertura de la histórica Conferencia.

También el 15 de diciembre, la Asamblea General aprobó otra resolución (A/RES/2997 (XXVII)  que condujo a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el organismo especializado para tratar los temas medioambientales.

Desde la primera celebración en 1974, el Día Mundial del Medio Ambiente ha ayudado al PNUMA a concienciar y crear presión política para abordar preocupaciones crecientes, como la reducción de la capa de ozono, la gestión de productos químicos tóxicos, la desertificación o el calentamiento global. El Día se ha convertido en una gran plataforma mundial para tomar medidas sobre cuestiones medioambientales. A lo largo de los años, han participado millones de personas para promover el cambio en nuestros hábitos de consumo, así como en las políticas nacionales e internacionales.

Mensaje del Secretario General – 2021

El planeta está llegando rápidamente a extremos irreversibles.

Afrontamos una triple emergencia ambiental, a saber, la pérdida de la biodiversidad, la alteración climática y el aumento de la contaminación.

La humanidad lleva demasiado tiempo talando los bosques del planeta, contaminando sus ríos y océanos y arando sus pastizales hasta hacer que caigan en el olvido.

Estamos devastando los ecosistemas que sustentan nuestras sociedades.

En el proceso, corremos el riesgo de dejarnos sin los alimentos, el agua y los recursos que necesitamos para sobrevivir.

La degradación del mundo natural ya está socavando el bienestar de 3.200 millones de personas o, lo que es lo mismo, el 40 % de la humanidad.

Por suerte, el planeta es resiliente, pero necesita nuestra ayuda..

Todavía estamos a tiempo de revertir los daños que hemos causado.

Por ello, en este Día Mundial del Medio Ambiente, damos comienzo al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

Este movimiento mundial aunará a gobiernos, empresas, la sociedad civil y la ciudadanía en un esfuerzo sin precedentes por reparar el planeta.

Al restaurar los ecosistemas podemos impulsar una transformación que contribuya a alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La tarea es colosal.

Tenemos que replantar y proteger nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y mares y hacer más verdes nuestras ciudades.

Con ello no solo se protegerán los recursos del planeta, sino que también se crearán millones de empleos de aquí a 2030, se generarán unos ingresos anuales de más de 7 billones de dólares y se contribuirá a eliminar la pobreza y el hambre.

El Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas es un llamamiento mundial a la acción.

Reunirá apoyo político, investigaciones científicas y potencia financiera para ampliar drásticamente la escala de la restauración.

Todas y todos podemos contribuir.

La ciencia nos dice que los próximos diez años son nuestra última oportunidad para evitar una catástrofe climática, revertir la mortífera marea de contaminación y poner fin a la pérdida de especies.

Por ello, empecemos hoy un nuevo decenio, en el que por fin hagamos las paces con la naturaleza y logremos un futuro mejor para todas y todos.

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