«Ha sido una etapa muy dura. Una carrera de 250 kilómetros no es lo habitual; ¡menos todavía en una gran vuelta! No creía que tanta gente fuera a querer meterse en la escapada hoy. Supongo que todos vamos a dormir bien esta noche. Me sentía muy vacío en la parte final. Estaba en mi límite. Aun así, he conseguido salvar el maillot amarillo y quiero mantenerlo el máximo tiempo posible. Ya veremos qué puedo hacer mañana: quizá peso demasiado como para superar los puertos que hay en el recorrido…»

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