El All England Club tiene una cita con la historia este domingo
La batalla por el título está definida en Londres. Novak Djokovic y Matteo Berrettini disputarán este domingo una final de Wimbledon repleta de historia, con la Centre Court convertida en un epicentro deportivo de talla mundial. Todas las miradas estarán puestas sobre la hierba en un pulso que dejará desenlaces de gran trascendencia en el vestuario.
El vigente campeón Djokovic intentará conquistar su 20º título individual de Grand Slam e igualar en la primera posición histórica de conquistas al suizo Roger Federer y al español Rafael Nadal. El serbio, que aspira a levantar su sexta copa dorada de Wimbledon, aparece decidido a tomar con ambas manos una nueva oportunidad en la capital británica.
“Significaría mucho para mí. Por eso estoy aquí y por esa razón sigo jugando”, reconoció el de Belgrado, consciente del momento histórico que roza con las manos. “Me imaginaba en disposición de luchar por otro título de Grand Slam al venir a Londres. Me he colocado en una buena situación”.
Con un balance de 20-0 en Grand Slam en la temporada, Djokovic tratará de aprovechar su experiencia para marcar diferencias a su favor en Wimbledon. Si el balcánico disputará su 30ª final ‘grande’, al otro lado de la red encontrará a un debutante en este tipo de partidos. Ese conocimiento previo del terreno puede ser una de las claves en la batalla del domingo, pero el No. 1 mundial estará bien alerta ante el peligro.
“En una final todo es posible. La experiencia estará de mi lado, pero Berrettini ha ganado muchos partidos sobre hierba esta temporada. Conquistó Queen’s, está en buena forma, viene sacando a enorme nivel y jugando bien”, reconoció Djokovic sobre su rival, al que domina por 2-0 en el historial ATP Head2Head. “Espero un partido muy duro de ambos. Tengo ganas de disputar una buena batalla”.
Berrettini disputará el partido más importante de su carrera y uno de los más destacados en la historia del tenis nacional. El de Roma intentará convertirse en el primer campeón italiano en la hierba de Wimbledon, el primer campeón masculino de Grand Slam en modalidad individual de los últimos 45 años, marcando un antes y un después a nivel deportivo en su país.
“Será mi primera final en Wimbledon y es increíble al pensarlo”, reconoció Matteo, que evaporó sus límites en Londres. “Es mi primera final de Grand Slam y me siento feliz en todos los sentidos. Mi año comenzó de manera fantástica con la final en la ATP Cup. Después me lesioné y volví a ver los fantasmas en mi cuerpo. Pero he regresado con más fuerza. Creo que merezco estar aquí. Quiero disfrutar cada día, gozar en mi primera final. Gane quien gane, voy a apreciar lo que está sucediendo”.
El italiano es el jugador con más victorias sobre césped (11) en la temporada y una figura que despierta admiración a todos los niveles. Tras recibir mensajes de Adriano Panatta, campeón de Roland Garros 1976 y una de las grandes leyendas del tenis italiano, Berrettini sigue dibujando un viaje inolvidable en Londres. Un camino construido desde el día a día que impresiona visto con distancia.
“No me lo hubiera imaginado. Cuando me crucé con Becker me dijo que podría tener una buena actuación en Wimbledon. Tienes que hacer esto, intenta hacer aquello. Pensé, ‘quizá este tipo llegó a Wimbledon pensando que llegaría a la final’. Yo no pienso de esa manera. Sabía que podía llegar a hacerlo, pero no tenía la convicción porque soy así. Di cada paso con sumo cuidado. Creo que fue la manera correcta. Obviamente el trabajo todavía no ha terminado. Quiero conseguir el trofeo tras haber llegado hasta aquí. La sensación es increíble”.
Situado virtualmente en el No. 3 en la Carrera FedEx ATP a Turín, Berrettini se ha colocado por derecho propio entre los grandes nombres del vestuario. La escalada hacia su primera final de Grand Slam viene a consolidarle como una de las principales alternativas en los grandes torneos, una realidad que Djokovic conoce de primera mano.
“Es uno de los mejores jugadores del mundo en los últimos 12 meses”, advirtió el balcánico. “Ha tenido grandes victorias ante Dominic Thiem en Australia, ya jugó las semifinales del US Open un tiempo atrás. Ha estado consolidando su ascenso. Con grandes armas en el servicio y la derecha, como ha demostrado, puede jugar bien en cualquier superficie. Llegó a la final de Madrid este año y nos enfrentamos en los cuartos de final de Roland Garros en un partido muy cerrado a cuatro sets”.
“Obviamente la hierba favorece todavía más su juego”, reconoce Djokovic sobre su rival, invicto en la superficie (11-0) en la presente temporada. “Si saca a buen nivel, como ha hecho durante todo el torneo, es duro romper su servicio y entrar en el ritmo del partido, encontrar una posición al resto para hacerle jugar. Pero confío en mi resto. Creo que es un área que me ha ayudado mucho durante toda mi carrera. Ojalá pueda poner en pista sus servicios y esperar mis oportunidades”.
“Es una final. Puede ganar cualquiera. Él es el jugador más en forma sobre hierba de la temporada. Llega en un gran momento y va a ser una enorme batalla”.
Después de disponer aforos limitados en el inicio del torneo, la Centre Court podrá lucir a plena capacidad para la gran final. Uno de los grandes templos del deporte se prepara para disfrutar con una jornada repleta de emoción.
“Ojalá pueda tener la grada a mi favor”, reconoció el cinco veces campeón Djokovic, uno de los jugadores más admirados en Londres. “Cualquier jugador espera tener un apoyo mayoritario del estadio al jugar grandes partidos en los mayores estadios. Tener la grada a favor o en contra marca una gran diferencia”, explicó.
“Espero que el público sepa reconocer la importancia que este partido tiene para mí, la historia que habrá en juego. Estoy preparado para afrontar cualquier cosa con el público el domingo. He tenido experiencias muy diferentes a lo largo de mi carrera, simplemente necesito enfocarme en mí mismo y en lo que necesito hacer. Es la primera final de Grand Slam para Berrettini. De alguna manera es el aspirante en este partido. A la gente también le gusta tener a un aspirante, alguien que quizá no sea el favorito a la victoria”.
Defender los colores de Italia quizá no sea la tarea más sencilla este domingo en Inglaterra. Ambas naciones coparán el protagonismo deportivo disputando la final de la Eurocopa de fútbol, un choque que tendrá lugar tras el partido por el campeonato en Wimbledon. Una misión adicional para Berrettini.
“Habrá un gran ambiente. Para el aficionado italiano en general va a ser un domingo complicado. Pero creo que nos lo merecemos. Va a ser un gran día deportivo. Me alegra decir que, junto al fútbol, ahora somos uno de los mayores deportes en Italia”.
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