Así como en la Tierra existen lugares vastos en vegetación, hay otros que en la superficie parecen vacíos y abandonados. No obstante, en la historia de la evolución sabemos que uno es tan esencial como el otro para lograr el equilibro. En este sentido, encontramos en la Península Arábica a uno de los desiertos más imponentes del planeta, el cual ahora tiene a Dubái creando lluvia artificial para disminuir el calor.
Dubái es posiblemente la joya moderna de los Emiratos Árabes. Con su Burj Khalifa y estilo de vida lujoso, la ciudad atrae a cualquiera que ame maravillarse por el ingenio del ser humano. Prueba de ello es la lluvia artificial que la ciudad acaba de crear a través de drones y descargas eléctricas para combatir las altas temperaturas del desierto.
Dubái: la siembra de nubes y lluvia artificial
La tecnología de manipulación del clima es un secreto a voces, mientras que muchos lo toman como una simple teoría conspiranóica, otros extraen la idea y la convierten realidad. China se adelantó a cruzar los límites del control del clima creando nubes falsas para dotar a algunas tierras de lluvia. El plan es que para 2025 alrededor de 5.5 millones de km2 sean cubiertos con el programa de lluvia artificial.
No obstante, no podíamos esperar que China fuera el único país en intentar controlar el clima- y mucho menos en medio de una crisis climática-, por lo que Dubái se suma a la creación de nubes artificiales.
Con una tecnología digna de cualquier película de ciencia ficción, los Emiratos Árabes crearon un proceso que permite descargar toda el agua posible en un territorio, incluso cuando éste es incapaz de producirla.
De acuerdo con medios locales, la nación lleva a cabo un total de 219 operaciones para producir lluvia artificial. El método consiste en drones que descargan electricidad en las nubes, lo cual desencadena una producción de lluvia. Al cambiar la carga eléctrica de las nubes, las gotas comienzan a agruparse hasta que son lo suficientemente grandes y caen.
Las ciudades del futuro y el equilibrio
Por muy asombroso que parezca, la naturaleza hace este proceso y, aunque Dubái está acelerando un poco el control del clima para poder abastecer el futuro de sus grandes ciudades, parece estar creando una cultura híbrida entre tecnología y ambiente.
Tal es el caso de Neom, la ciudad que contiene montañas artificiales y todo un complejo que apuesta por el modelo de vida sostenible. En medio del desierto se levanta una ciudad cognitiva, donde no habrá automóviles y la naturaleza se resguardará en un 95%.
En una visión general, los Emiratos Árabes comparten una idea muy particular de la relación ambiente-ser humano. Después de todo, no podemos percibirnos en un mundo sin naturaleza, así que es mejor descubrir cómo cohabitar con ella.
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