Rafael González .- Efeverde .- Aunque el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO decidió recientemente no declarar en riesgo la Gran Barrera de Coral de Australia, expertos consultados por Efe creen que esta formación sí debería formar parte ya de su Lista de Patrimonio Mundial en Peligro y han argumentado el porqué.
“No sólo lo creo yo, sino la gran mayoría de los científicos…, no sé si hay alguno que opine que no”, ha expresado con contundencia el investigador y divulgador científico Fernando Valladares, asegurando que “no puede haber más unanimidad en la comunidad científica australiana, china, europea o mundial” y ha recordado los episodios de blanqueo del coral en 2016, 2017 y 2020 a la hora de diagnosticar que “este ecosistema está muy tocado desde hace más de diez años”.
Comparable por su importancia con el Amazonas o con los grandes bosques de Siberia, Valladares considera que las mayores discrepancias para declarar la Gran Barrera en riesgo radican en “políticos y empresarios” y en sectores como “la pesca o el turismo, que se pueden ver amenazados” por semejante declaración, aunque “estarán más amenazados a largo plazo si no se hace nada eficaz” para protegerla.
Impactos del cambio climático
Así, este hábitat padece “los impactos de algo global, el cambio climático, que tienen efectos en la acidificación y en la temperatura del mar” y, además, “su gestión por parte de las autoridades australianas no es la que debería ser” aunque haya “mejorado recientemente” pero “todo indica que no es suficiente”.
Para evitar la declaración de peligro, “Australia ha estado haciendo ‘lobby‘ al respecto” con “suficientes países, incluida España y otros muchos donde sus científicos y comités de medioambiente hubieran dicho lo contrario” de la decisión finalmente tomada por la UNESCO, ha denunciado.
Así, lo que ha conseguido es “una especie de moratoria hasta el año que viene, cuando se volverá a revisar” la decisión si bien “no cambiará gran cosa si seguimos dejando que la política y las relaciones diplomáticas empañen y enturbien los informes científicos“, así que “los políticos deben pensar si se quieren retratar en la foto de la ciencia y el conocimiento o en la del oportunismo y la economía cortoplacista”.
Blanqueamientos “muy severos”
Otro convencido de que la Gran Barrera de Coral debería figurar ya en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO es el responsable del programa de océanos de la organización ecologista WWF, José Luis García, quien ha incidido también en “la gran amenaza que enfrenta por el aumento de la temperatura como consecuencia del cambio climático, que ha provocado tres episodios muy severos de blanqueamiento en los últimos cinco años”.
Los corales pierden sus colores y quedan blancos o decolorados cuando pierden los protozoos u organismos microscópicos que conviven con ellos en simbiosis y que desaparecen por diversas razones, la mayoría de ellas relacionadas con la alteración del ecosistema: algunos corales pueden llegar a sobrevivir a esta crisis pero muchos mueren por esta razón.
García reclama el reconocimiento de la UNESCO como “una forma de llamar la atención sobre la situación y una oportunidad para que el Gobierno australiano lleve a cabo medidas más eficaces que aseguren el futuro de la Gran Barrera” como por ejemplo “evitar los desarrollos costeros previstos en la zona” para evitar emisiones de dióxido de carbono y mejorar la calidad del agua.
Grandes valores naturales
La importancia de este peculiar ecosistema marino radica en “sus grandes valores naturales”, pues se trata de una de las zonas que cuenta con “mayor biodiversidad de todo el planeta”, ha indicado.
Sus “al menos 180 especies diferentes de corales” albergan hasta “400 especies de peces” y constituyen una “zona importante para tortugas y aves marinas”, sin contar con el valor que posee para las comunidades locales “que dependen en gran medida única y exclusivamente de que la Gran Barrera sea saludable”. EFEverde