En nuevo e histórico informe elaborado por cientos de los mejores climatólogos de todo el mundo se hace un llamamiento a adoptar medidas inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la luz de un cambio climático sin precedentes cada vez más acelerado, según ha declarado hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En el informe del Grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), titulado Climate Change 2021: the Physical Science Basis (Cambio climático 2021: Bases físicas), se proporciona la evaluación más clara y completa del calentamiento de la atmósfera, los océanos y la tierra realizada hasta la fecha.
La escala de los cambios experimentados recientemente no tiene precedentes en miles o incluso cientos de miles de años. Según se explica en el informe, muchos de los cambios debidos a las emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y futuras serán irreversibles durante siglos o milenios, en especial los cambios en los océanos, los mantos de hielo y el nivel del mar a escala mundial.
En el documento en cuestión se afirma, asimismo, que el cambio climático causado por las actividades humanas ya influye en muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. Desde que en 2014 se publicara el último informe de evaluación del IPCC, cada vez es más evidente que los fenómenos extremos —como las olas de calor, las precipitaciones fuertes, las sequías y la proporción de ciclones tropicales intensos— están cambiando, y que esa evolución se debe a la influencia humana.
«La cruda realidad del cambio climático se está manifestando en tiempo real ante nuestros ojos», dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. «Es un anticipo de lo que espera a las generaciones futuras. Algunos de los cambios negativos ya se han integrado en el sistema climático, pero otros aún pueden combatirse si reducimos sin demora las emisiones de forma pronunciada, rápida y sostenida. Sin embargo, las concentraciones de gases de efecto invernadero, en particular de dióxido de carbono, se mantienen en niveles sin precedentes», declaró el profesor Taalas.
«Como cofundadora del IPCC, la OMM agradece la dedicación y el incansable trabajo de los científicos que han contribuido a alcanzar este notable logro. La ciencia que nos une ha hablado. Es el momento de actuar», aseguró el profesor Taalas.
La OMM y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el IPCC en 1988.
Más fenómenos meteorológicos extremos
Según las proyecciones publicadas en el informe del IPCC, en las próximas décadas los cambios climáticos se incrementarán en todas las regiones. Si el calentamiento global es de 1,5 °C, habrá más olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las frías, y se alterará la distribución de las precipitaciones, con las consiguientes repercusiones en las inundaciones y las sequías. Con un calentamiento global de 2 °C, los episodios de calor extremo alcanzarán con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.
«El calor extremo observado en 2021 presenta todas las características del cambio climático causado por las actividades humanas. En el marco de una severa y extensa ola de calor que afectó a América del Norte, la insólita temperatura de 49,6 °C registrada en la Columbia Británica (Canadá) batió todos los récords anteriores.
Los incendios que han asolado América del Norte, avivados por el calor y la sequía, han generado penachos de humo que han atravesado el Atlántico. En los últimos días hemos presenciado devastadores incendios en Turquía y Grecia en el contexto de una intensa y prolongada ola de calor en el Mediterráneo. Siberia, una región tradicionalmente asociada al permafrost, ha vuelto a padecer enormes incendios forestales después de que en 2020 sufriera extraordinarias olas de calor, descomunales incendios y una excepcional escasez de hielo marino en el Ártico», afirmó el profesor Taalas.
La velocidad de calentamiento del Ártico es más del doble que la media mundial. Según el informe, si no se pone freno al calentamiento se intensificará el deshielo del permafrost y se agudizará la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo, y la pérdida de hielo marino del Ártico en verano.
En el informe del IPCC se pone de manifiesto el modo en que el cambio climático está potenciando el ciclo del agua. Ello conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas, así como sequías más graves en muchas regiones.
«Este año, muchos países son testigos de ello. Por ejemplo, solo en el mes de julio, la lluvia caída en Alemania en dos días equivalió a los valores acumulados en dos meses, mientras que en algunas zonas de la provincia de Henan, en el centro de China, las precipitaciones acumuladas en cuatro días superaron la media de todo un año. Esos episodios ocasionaron cientos de víctimas mortales y pérdidas económicas valoradas en muchos millones de dólares», señaló el profesor Taalas.
Nivel de calentamiento de 1,5 °C
En el informe se evidencia que, en comparación con el período comprendido entre 1971 y 2006, la tasa media de calentamiento observada entre 2006 y 2018 se ha acelerado.
También se ofrecen nuevas estimaciones sobre las probabilidades de sobrepasar el nivel de calentamiento global de 1,5 °C en las próximas décadas, y se concluye que, a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a valores cercanos a 1,5 °C o incluso a 2 °C será un objetivo inalcanzable.
En el informe se muestra, asimismo, que las emisiones de gases de efecto invernadero fruto de las actividades humanas son la causa del calentamiento de aproximadamente 1,1 °C con respecto al período 1850-1900 registrado en los últimos diez años. En 2020 la temperatura media anual superó en 1,2 °C los valores normales. Según las previsiones, la temperatura media estimada para los próximos 20 años alcanzará o superará los 1,5 °C de calentamiento. Los firmantes del Acuerdo de París se comprometen a proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a ese nivel.
En el informe de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2020 se señala que los últimos seis años han sido los más cálidos jamás registrados. Y en el boletín sobre el clima mundial anual a decenal publicado por la OMM en mayo se afirma que hay aproximadamente un 40 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales, unas probabilidades que aumentan a medida que pasa el tiempo.
La OMM elabora anualmente boletines sobre el estado del clima mundial y regional y sobre los indicadores del cambio climático, documentos que remite a los líderes políticos y a las instancias decisorias. El IPCC, por su parte, proporciona evaluaciones científicas periódicas más exhaustivas y detalladas sobre el cambio climático y sus implicaciones y riesgos, además de proponer estrategias de adaptación y mitigación.
La reciente consecución de importantes avances científicos—que nos permiten comprender mejor el calentamiento pasado, obtener datos adicionales de los últimos años sumamente cálidos y aplicar un enfoque más sofisticado para evaluar el ritmo del calentamiento futuro— ha sido clave para elaborar este informe del IPCC.
Énfasis regional
«Uno de los grandes logros de este informe, fruto de los recientes avances conseguidos en el ámbito de la climatología, son los nuevos datos sobre el cambio climático a nivel regional, tanto el que estamos viendo ahora como el que veremos en el futuro con un calentamiento adicional», dijo el profesor Taalas.
«Esto nos ayuda a comprender cómo se manifiestan los efectos del calentamiento global a escala regional, y contribuye a que los encargados de la formulación de políticas adopten decisiones relacionadas con el clima en las que se tengan más en cuenta los aspectos regionales», explicó el profesor Taalas.
Según el informe, está previsto que muchos de los factores que influyen en los impactos climáticos cambien en todas las regiones del mundo. Entre las alteraciones específicas que se darán a escala regional cabe destacar la intensificación de los ciclones tropicales y las tormentas extratropicales, el aumento de las inundaciones fluviales, la reducción de las precipitaciones medias, el incremento de la aridez y el aumento de los incendios.
Incluso con un calentamiento de 1,5 °C, se ha previsto —con un nivel de confianza alto— que las precipitaciones fuertes y las inundaciones asociadas se intensifiquen y sean más frecuentes en la mayoría de las regiones de África y Asia. Asimismo, las proyecciones apuntan a sequías más frecuentes y severas en algunas regiones de todos los continentes, excepto en Asia. Pero si el calentamiento es de 2 °C, la envergadura de esos cambios será mayor.
En el marco del Sexto Informe de Evaluación, el Grupo de Trabajo I ha publicado información más detallada sobre los impactos climáticos a escala regional por medio de un nuevo atlas interactivo (https://interactive-atlas.ipcc.ch).
«Esta información detallada a nivel regional hace que gobiernos y ciudadanía de todo el mundo sean conscientes de lo que está en juego y se den cuenta de que es necesario limitar el calentamiento, con miras a reducir al mínimo esos impactos y cumplir los objetivos establecidos en el Acuerdo de París», afirmó el profesor Taalas.
«Además de invertir en estrategias de mitigación del cambio climático, también es esencial hacerlo en medidas de adaptación al mismo, ya que la tendencia negativa del clima continuará durante las próximas décadas, con independencia del éxito que tengan los planes de mitigación. Una forma eficaz de adaptarse al cambio climático consiste en invertir en sistemas de alerta temprana y de observación meteorológica. Solo la mitad de los 193 Miembros de la OMM cuentan con servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos con capacidades de última generación. Las redes de observación de África, algunas partes de América Latina y los estados insulares del Pacífico y el Caribe también presentan grandes déficits, y ello socava notablemente la calidad de los servicios de alerta temprana, no solo de esas zonas, sino también a nivel mundial».
Por ello, la OMM trabaja para subsanar las deficiencias en materia de datos y establecer una Red Mundial Básica de Observaciones (GBON) que se financie de forma sostenible a través del Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas (SOFF).
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