Las baterías de litio de los dispositivos que utilizamos están dejando paisajes exóticos pero también, un profundo impacto en el medio ambiente.
Hoy en día pocos pueden vivir sin usar un teléfono celular. Este pequeño aparato se ha vuelto indispensable en la vida moderna y la prueba está en que estás leyendo este artículo desde uno (si los cálculos no nos fallan). Pero, te has preguntado ¿de dónde viene un celular? Aunque muchos elementos componen a estos aparatos, hay uno que es clave para su funcionamiento: el litio. Probablemente el análogo del oro en la tecnología sea el litio, un mineral muy buscado por las grandes compañías de desarrollo de dispositivos para crear baterías. No obstante, detrás de los yacimientos de litio que dan vida a uno de los símbolos de modernidad están los yacimientos de baterías de litio que, hasta ahora, suponen un impacto increíble para el medio ambiente.
Millones de años atrás, los volcanes depositaron una cantidad importante de minerales en el suelo de algunas regiones características del planeta. Más tarde, con el paso de los años, ocurrieron escorrentías gracias al ciclo de agua, que terminaron por formar enormes lagos cercanos a los volcanes. La evolución geológica continúo y trajo con ella ciclos de evaporación y deposición, que finalmente posibilitaron la creación de enormes llanuras con la presencia inusual de sal. Desiertos como ningunos otros en el planeta nacieron para darle una belleza enaltecida a sus tierras. Parajes donde se esconde el material más buscado de la era tecnológica; el litio.
La transición del petróleo al litio (un golpe para el medio ambiente)
Desde hace más de dos décadas, cuando comenzó la revolución tecnológica hacia vías más alternas, el litio se convirtió en un elemento central. Se le utiliza para la creación de baterías más pequeñas, resistentes y duraderas, justamente las características que se requieren para la tecnología portátil. Desde entonces se convirtió en un mineral esencial para crear baterías de autos eléctricos, computadoras portátiles, celulares y todo aquel dispositivo que requiera energía para funcionar. Incluso hay quienes aseguran que es el sucesor del rey de la energía, el petróleo. Y aunque el litio abre la posibilidad de generar dispositivos tecnológicos cada vez más avanzados, su extracción está dejando una profunda huella en el medio ambiente.
Aquellas pocas regiones en el mundo que desarrollaron yacimientos de litio están siendo explotados. Los salares han transformado la naturaleza de sus paisajes blanquecinos a lugares con lagunas de extracción de litio. Es verdad que las piscinas de evaporación para la extracción del mineral, han inundado los terrenos con colores llamativos que van desde el azul turquesa hasta el verde oscuro. No obstante, los daños son inminentes.
Yacimientos de litio se esconden en los salares más bellos
El Salar de Uyuni, en Bolivia, alberga el depósito de sal más grande del mundo. Es reconocido por ser un extraño desierto de sal, una de los mejores lugares para la observación astronómica. Cuando cae la noche, es posible observar la Vía Láctea. Y cuando la naturaleza deja caer su lluvia, el agua forma un espejo que refleja la bóveda celeste. No obstante, la extracción de litio para crear baterías de los celulares que utilizamos día con día, están dejando una profunda huella en el medio ambiente y sitios como este se están viendo afectados.
El desierto de Atacama en Chile también tiene gran renombre entre los amantes del cielo, por ser el hogar de uno de los telescopios más poderosos de la era moderna, el ALMA, pero también es un gran depósito de sal. Argentina por su parte tiene su Salinas Grandes, otro salar que está constantemente en miras de los cazadores de litio.
Y es que estos salares, contienen salmueras que se someten a un método de evaporación que puede tardar hasta un año, para obtener finalmente el mineral. Pero esto tiene sus grandes consecuencias, el sobreconsumo de agua es uno de ellos y también viene implícito el uso de químicos contaminantes. Por lo tanto, estas minas de litio representan un grave riesgo para los territorios donde se ubican y las comunidades cercanas a ellos.
Probablemente la demanda de litio siga en crecimiento y no estamos seguros de qué nuevos paisajes podría generar este hecho. Pero lo que sí es que debemos ser conscientes del proceso que hay detrás de las baterías de los dispositivos que utilizamos. Mismos que están dejando un profundo impacto en el medio ambiente. Después de todo, conocer nos abre las puertas hacia la elecciones distintas.
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