El seleccionado nacional recibe en el Monumental a su par boliviano, en duelo por la fecha 10 de las Eliminatorias Sudamericanas.
Argentina volvió a jugar en nuestro suelo. Las puertas del estadio Antonio Vespucio Liberti, el Monumental de Núñez, se abrieron para recibir al público luego de un año y medio. En contexto pandémico, que aún amerita protocolos y cuidados intensos, la pasión del fútbol se sintió otra vez a través de las gargantas de 21.000 personas que acompañan a la Selección Argentina en la fecha 10 de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. Enfrente estuvo Bolivia, seleccionado que venía de igualar 1-1 con Colombia y de caer 2-4 ante Uruguay.
Al término de la primera parte, el seleccionado dirigido por Lionel Scaloni ganaba 1-0. Con juego asociado y haciéndose dueño de la posesión de la pelota, dominó el ritmo del primer tiempo de principio a fin. Una acción individual de Messi rompió el cero en el Monumental: el 10 inventó un fantástico caño y luego definió a colocar de media distancia.
Tras la apertura del marcador, la Albiceleste tuvo varias situaciones de peligro para poder ampliar la ventaja. La primera, en los pies de Lautaro Martínez, terminaba al fondo de la red pero era invalidada por una ajustada posición adelantada. Acto seguido, otra acción colectiva volvía a tener a Lautaro como protagonista, pero la pelota se iba a perder cerca del palo izquierdo de Lampe. Sobre el final, Messi volvió a inquietar el arco rival, pero esta vez perdió la pulseada con el arquero.
La segunda parte no fue diferente. Argentina nunca bajó la intensidad y siguió jugando en campo boliviano. La noche de Lionel Messi, el hombre récord, iba a ser absolutamente redonda: luego de una doble pared definió dentro del área para el 2-0 y, luego de intentarlo una y otra vez, marcó el tercero para cerrar una noche inolvidable.
Victoria del campeón. Victoria argentina. Y ante su gente.
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