MILÁN – El Inter se ha impuesto hoy al Udinese por 2-0 en San Siro en una tarde más bien cómoda para el Nerazzurri. Pese a ver sus esfuerzos frustrados a causa de la atención de Marco Silvestri durante la primera mitad, el resultado no deja duda de que Joaquín Correa ha abierto hoy el partido con dos goles en la segunda parte que le concedieron la victoria al Nerrazzurri. El primer tanto del argentino fue un gran disparo a partir de la asistencia de Perisic con un excelente remate desde dentro del área. Ahora los de Inzaghi registran su segunda victoria consecutiva en Serie A y se colocan a 4 puntos de los líderes conjuntos, AC Milan y el Napoli. Nos espera una semana compleja con el encuentro del miércoles contra el Sheriff y el próximo derbi milanés del fin de semana. 

Ha sido un no parar para los hombres de Simone Inzaghi en estas semanas. Llegar al partido de hoy sábado tras el viaje para disputar el encuentro del Empoli de principios de semana y antes del partido fuera de casa contra el Tiraspol ofrece un calendario bastante movidito para el Inter.  

En cuanto al encuentro de hoy, Andrea Ranocchia ha salido de titular por primera vez en este curso; Hakan Calhanoglu ha vuelto al equipo, y Joaquín Correa ha sustituído hoy a Lautaro con su titularidad.

El Udinese ha salido hoy organizado en un 3-5-2, con dos delanteros centro bien fuertes que le han complicado la tarea a la retaguardia del Inter. Los de Luca Gotti han logrado reducir la efectividad de Ivan Perisic y Denzel Dumfries durante gran parte la primera mitad. Isaac Sucess y Beto, por su parte, les daban problemas a la pareja defensiva conformada por Milan Skriniar y Ranocchia. Sin duda, fue el Udinese quien tuvo la primera ocasión de la tarde con el disparo de Roberto Pereyra que acabó en las manos de Samir Handanovic.

El Inter no tardó en tomar represalias a manos de Nicolo Barella, más efervescente que nunca, que intentó en numerosas ocasiones amenazar la portería de Silvestri durante los primeros 45 minutos. La ocasión más clara surgió de su combinación con Dzeko y Correa en el contrataque a los 13 minutos de partido. 

Poco a poco, el Nerazzurri se crecía más en el partido y aumentó la presión arriba. Las estadísticas hablan por sí solas del dominio del Inter: 68% de posesión de balón y 8 disparos a puerta. Los visitantes, por su parte, se contentaron por jugar atrás y luchar por los balones sueltos. Aún así, el Inter siguió presionando y Ranocchia remató un balón de córner con la cabeza, y también jugó un balón peligroso en el área pequeña. A pesar de la presión permanente, el Inter se dirigió al descanso sin haber roto el empate.

El local necesitaba una chispa de inspiración, a alguien que pudiese romper la defensa bien organizada del Udinese. Los 15 primeros minutos de la segunda parte nos hicieron creer que el Nerazzurri estaba sufriendo los estragos de una maldición, y que el partido acabaría en empate. Pero entonces llegó Correa para sorprendernos arriba, que aprovechó la electricidad de Perisic y Calhanoglu.

Pese a que el partido estaba más bien tranquilo durante la primera mitad, el argentino no permitió que su discreto rendimiento le dejara con las ganas de ayudar a su equipo en abrir el marcador. Perisic convirtió un pase desde atrás en una genialidad, hábilmente filtrado para que lo pudiese recoger Correa desde una posición aventajada en la banda izquierda. La defensa del Udinese intentó presionar al delantero Nerazzurri, pero consiguió avanzar en el área y rematar con aplomo en la esquina superior de la portería. Después llegó la explosión de felicidad en San Siro. Al fin llegó el primer gol, y el Udinese se encontraba entre las cuerdas. A partir de ahí, todo era cuestión de sentenciar el partido.

El Inter no ralentizó su juego tras el gol. Ahora era el turno de Dzeko y Dumfries, que desaprovecharon sus oportunidades de marcar antes de que llegara Correa para hacerlo. No obstante, el neerlandés no tenía intención de llorar sus oportunidades fallidas; unos minutos más tarde se adelantaba como una moto por la banda derecha, infiltrando un balón desde la frontal del área que Correa aprovechó para marcar su segundo gol de la jornada.

Un ejemplo perfecto de «deberes hechos» para el joven de 27 años, que salió del terreno de juego para darle pista a Alexis Sánchez. A esas alturas, el Udinese optó por quedarse atrás. Arturo Vidal también salió apara atormentar la defensa del visitante, pero los hombres de Gotti intentaron marcar en sus últimos 10 minutos de partido: Gerard Deulofeu, no dudó en intentarlo, obligando a Handanovic a realizar un paradón, y unos minutos antes llegó a marcar el español, pero para la tranquilidad de San Siro, su gol fue anulado por fuera de juego. 

Finalmente el árbitro pitó el final del partido y el Inter se fue a celebrarlo en la Curva Nord. Otra victoria más para el Nerazzurri, que deja atrás el mes de octubre y se prepara para encarar todos los retos que ofrece noviembre: sellar su pase a la siguiente fase de la Liga de Campeones, y ganar al AC Milan el fin de semana que viene.

Inter 2-0 Udinese (Primera mitad 0-0)

Goleadores: Correa (60′, 68′)

INTER (3-5-2): 1 Handanovic; 37 Skriniar, 13 Ranocchia, 95 Bastoni; 2 Dumfries, 23 Barella (12 Sensi, 80), 77 Brozovic, 20 Calhanoglu (22 Vidal, 70), 14 Perisic (32 Dimarco, 85); 9 Dzeko (10 Lautaro, 80), 19 Correa (7 Sanchez, 70).
Suplentes en banquillo: 97 Radu, 5 Gagliardini, 6 De Vrij, 8 Vecino, 11 Kolarov, 33 D’Ambrosio, 36 Darmian.  
Entrenador: Simone Inzaghi.

UDINESE (3-5-2): 1 Silvestri; 50 Becao, 17 Nuytinck, 3 Samir; 16 Molina (93 Soppy, 89), 37 Pereyra, 8 Jajalo (11 Walace, 59), 6 Makengo (5 Arslan, 70), 19 Stryger Larsen (13 Udogie, 70); 7 Success (10 Deulofeu, 59), 9 Beto.
Suplentes en banquillo: 20 Padelli, 65 Carnelos, 2 Perez, 4 Zeegelaar, 24 Samardzic, 45 Forestieri, 87 De Maio.
Entrenador: Luca Gotti. 

Amonestados: Beto (U), Pereyra (U)
Tiempo añadido:  1+3 minutes

Árbitro: Sacchi.
Asistentes: Vivenzi, Rocca.
Cuarto oficial: Paterna.
VAR: Di Paolo, Bresmes

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