Al final, el acuerdo fue comprometerse.
Si bien el Pacto Climático de Glasgow, acordado el 13 de noviembre en la COP26, reafirma el compromiso global de acelerar las acciones a favor del clima durante esta década, dejó a muchos preguntándose si basta con este acuerdo para limitar el calentamiento global en un aumento de 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales.
«Es un paso importante, pero insuficiente», dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en el balance que realizó sobre la conferencia. «Nuestro frágil planeta pende de un hilo. Seguimos tocado la puerta de la catástrofe climática. Es hora de entrar en modo de emergencia o nuestra posibilidad de alcanzar las cero emisiones netas será, prácticamente, nula».
También existe el temor, particularmente de las comunidades indígenas y de la sociedad civil, de que el acuerdo sea insuficiente y llegue demasiado tarde, pues pide a 197 países que informen sobre sus avances hacia una mayor ambición climática para el próximo año en la COP27, que tendrá lugar en Egipto. Como manifestó la activista climática ugandesa Vanessa Nakate a los líderes: «Nos estamos ahogando en promesas. Solo una acción inmediata y drástica nos sacará del abismo».RELATED
A pesar de estas preocupaciones, sin duda hubo algunos progresos. Se trazó una hoja de ruta para actualizar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que aún no alcanzan el objetivo de 1,5°C según un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Por otro lado, la palabra «carbón» se utilizó en un documento oficial de la COP por primera vez, aunque hubo decepción por el hecho de que la frase «eliminación de la energía de carbono» se cambiara por «reducción progresiva», aunque sí se fijó el compromiso de la eliminación gradual de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
Más allá de las negociaciones políticas, la conferencia también reunió a unos 50.000 participantes en línea y miembros de la sociedad civil para compartir ideas y soluciones innovadoras y construir asociaciones.
Estos son algunos de los logros clave en torno a la COP26:
Ofrecer un enfriamiento respetuoso con el clima
La Cool Coalition (Coalición para la Refrigeración Limpia y Eficiente), liderada por el PNUMA, anunció una serie de medidas para reducir el impacto climático de la industria de la refrigeración, incluyendo un impulso de GBP 12 millones (US$ 16.1 millones) del Gobierno del Reino Unido. La investigación del PNUMA muestra que solo 1,5°C de calentamiento global, un límite de temperatura que actualmente el mundo superará con creces, podría dejar a 2.300 millones de personas vulnerables a las olas de calor. El enfriamiento será esencial para proteger la salud humana y la productividad.
Reducción de las emisiones de metano
Con el apoyo de la Unión Europea, el PNUMA lanzó el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO) para impulsar la acción en la reducción de las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero responsable de al menos una cuarta parte del calentamiento climático actual. El IMEO ayudará a supervisar los compromisos asumidos por los gobiernos en el Compromiso Global del Metano, un esfuerzo de más de treinta países, liderado por Estados Unidos y la UE, para reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030.
Pidiendo más ambición
El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2021 del PNUMA: La calefacción está encendida, publicado previo a la COP26 mostró que según las actuales NDC el mundo está en camino de un aumento de la temperatura global de 2,7°C para fines de siglo. Los compromisos nuevos y actualizados, introducidos por 120 países al 30 de septiembre de 2021, solo reducirán un 7,5% las emisiones previstas para 2030, mientras que se necesita una reducción del 55% para cumplir con los objetivos de 1,5°C. Los compromisos para lograr las cero emisiones netas podrían ayudar a eliminar otros 0,5°C de los 2,7°C.
Por su parte, el Informe sobre la Brecha de Adaptación del PNUMA: Una tormenta se está gestando, realizado por el PNUMA, pidió esfuerzos urgentes para aumentar la financiación y la implementación de las acciones necesarias para adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático. El informe precisó que, si bien hay un incremento en las políticas y en la planificación para la adaptación al cambio climático, el financiamiento y la implementación aún están muy rezagados.
«A medida que el mundo busca intensificar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, también debe mejorar profundamente el desempeño para adaptarse al cambio climático», dijo Inger Andersen, directora Ejecutiva del PNUMA.
Impulsar soluciones basadas en la naturaleza
El Ministerio Federal de Medio Ambiente de Alemania anunció que proporcionaría 10 millones de euros adicionales al Fondo Mundial de AbE (Adaptación basada en Ecosistemas), un mecanismo de financiación pionero implementado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el PNUMA para apoyar soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación al cambio climático.
A pesar de la rentabilidad de la adaptación basada en los ecosistemas como estrategia para hacer frente al cambio climático, solo el 5% de los flujos mundiales de financiación climática se gastan en adaptación, aunque el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha hecho un llamado para que el 50% de la financiación climática total se dedique a la adaptación.
Universidades se comprometen a lograr la neutralidad de las emisiones
1.050 universidades de 68 países asumieron nuevos compromisos para alcanzar las cero emisiones netas de aquí a 2050 y transformar así su impacto en la naturaleza. El compromiso incluye una nueva iniciativa sobre universidades con acciones positivas para la naturaleza.
En los últimos 12 meses, instituciones académicas de todo el mundo se han adherido a la campaña Race to Zero (Carrera hacia el cero) de la ONU, comprometiéndose a reducir sus emisiones de carbono a cero neto a más tardar para 2050. La iniciativa ha sido liderada por la Asociación Ambiental de Universidades (EAUC) de Reino Unido con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y Second Nature.
Poner fin a la deforestación, proteger los ecosistemas de turberas
Más de 100 líderes mundiales de países que cubren el 85% de los bosques del mundo, prometieron poner fin a la deforestación para 2030 y destinar US$ 19.200 millones a ese objetivo, mientras que más de 30 compañías financieras se comprometieron a acabar con las inversiones en actividades relacionadas con la deforestación.
Otro almacén vital de carbono, las turberas, fue el centro de una mayor cooperación entre países con grandes áreas de este ecosistema. También se anunció el lanzamiento del primer mapa global de referencia de turberas y varios países, entre ellos Alemania e Inglaterra, se comprometieron a publicar estrategias integrales para la conservación de las turberas
El PNUMA respalda el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2°C por encima de los niveles preindustriales, apuntando al objetivo de 1,5 °C para garantizar un futuro seguro. Para ello, el PNUMA ha elaborado una solución de seis sectores. La Solución de los Seis Sectores es una hoja de ruta para reducir las emisiones en todos los sectores en línea con los compromisos del Acuerdo de París y en busca de la estabilidad climática. Los seis sectores identificados son Energía; Industria; Agricultura y Alimentación; Bosques y uso de la tierra; Transporte, y Edificios y Ciudades.
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