Uno de los procesos en la cocina que más gasto de energía provoca es la cocción y tostar o freír los alimentos. En este trayecto, en el que generalmente se va de un alimento crudo a uno cocido, y luego a distintos niveles cocción, ¿te has preguntado cuánta energía es gastada?

Justamente, las máquinas que más energía emplean son las que se utilizan para hornear, freír, o cocer, y por su puesto, el refrigerador. La estufa, ya sea de gas o eléctrica, el microondas, el horno; todos ellos son grandes gastadores de energía de tu cocina. No se trata solo de un asunto individual y de ahorro desde tu hogar, tanto financiero como energético; es un tema de interés colectivo, pues mientras menos energía gastes será mejor para el medio ambiente.

Si tienes en mente algunas estrategias podrás ahorrar la mayor cantidad de energía posible, aquí van algunas ideas:

Si estás horneando algo, no abras la puerta hasta que esté terminado. Cada que lo haces, se pierde un 20% del calor que ya se había acumulado.
Si vas a hornear más de una hora, no es necesario precalentar el horno.
Si vas a cocer algún alimento, tapa la cacerola para acelerar el proceso.
Cuando uses una estufa de gas, asegúrate de que la llama sea color azul; si se ve amarilla o naranja, seguro tiene una combustión inadecuada y se está gastando más gas.
Las estufas de encendido eléctrico ahorran más energía.
Cuando descongeles un alimento, hazlo adentro del refri para que el aparato aproveche ese frío que se está desprendiendo.
Lava tu vajilla con agua fría la mayor de las veces que puedas.

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