Un origen ilusionante y victorioso. En el primer partido de Xavi Hernández como entrenador culer, la bandera azulgrana ha eclipsado al derbi.
La posesión, la sofocante presión, el fútbol de ataque, la solidaridad ofensiva y defensiva o la apertura del juego con extremos como el debutante I. Akhomach han sido los argumentos barcelonistas para embolsarse el derbi. Un solitario gol de Memphis de penalti ha permitido sumar estos tres puntos en la inauguración de la era Xavi.
La pelota es culer…
El nombre de Xavi Hernández ha resonado por todos los rincones del Camp Nou. Tanto en la grada, muy activa, como en el césped. Porque sobre el verde del Estadi, los azulgranas han exhibido el ideario del debutante entrenador culer. Muy enérgico desde la banda y dando constantes indicaciones, ha presenciado la construcción de las primeras aproximaciones a través de la posesión. Destacable el disparo desviado de un enérgico Ilias Akhomach, que también se ha estrenado con el primer equipo en este derbi.
Un choque que siempre tiene momentos de tensión. Instantes de pausa esporádicos, también perpetuados por los visitantes, que han contrarrestado con la velocidad en la circulación dinamitada por el Barça. Un elenco que ha monopolizado el discurso del balón. Siempre recuperado en un cerrar y abrir de ojos por la alta presión asfixiante. La defensa, alta y concentrada, ha evitado los escasos contragolpes blanquiazules. Sostenidos por Diego López, que ha negado el gol a Memphis y a Busquets. Nico, con foco, también se ha topado contra las extremidades rivales en el camino hacia la diana.
… y el marcador también pese al empuje final rival
El dominio culer ha provocado un gozoso escepticismo en los azulgranas y un temblor en los blanquiazules. Ambos incapaces de alterar el 0-0 hasta un penalti transformado por un enchufado Memphis, que ha encadenado tres jornadas seguidas marcando. El propio delantero holandés, tras una combinación de pases rápidos, ha forzado el penalti que ha cambiado la tendencia errática de los primeros 45 minutos. Sin duda, la forma más ardiente de empezar la segunda mitad. Despegada por la entrega de los extremos: un incansable Gavi, tanto en ataque como en defensa, y un eléctrico Abde.
La euforia del Barça ha sido contenida por los de Vicente Moreno. Rebajada por un paro de un siempre atento Ter Stegen y la profundidad y velocidad del 33 barcelonista. Una chispa en el decrecimiento del juego local. Asustado por dos cabezazos visitantes; uno desviado de Dimata y uno al palo de Raúl de Tomás.
Nada más ha hecho tambalear la victoria del Barça. Los tres primeros puntos de Xavi Hernández en su origen ilusionante en el banquillo barcelonista. Un inicio que ha contenido el ADN balugrana para ganar. La bandera azulgrana para eclipsar el derbi.
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