¿Por qué las autoridades sanitarias están cambiando sus directrices sobre el aislamiento? ¿Qué tipo de prueba es mejor? ¿Y cuánto tiempo se debe aislar o poner en cuarentena? Los expertos opinan para aclarar la confusión.
Poco a poco, la variante Ómicron de la COVID-19 deja de ser un misterio. A medida que los científicos aprenden qué es lo que diferencia a esta cepa de otras versiones del virus del SARS-CoV-2, las indicaciones y consejos sobre cómo tratar la variante están cambiando rápidamente. Mientras que en España se ha reducido el periodo de aislamiento de los positivos asintomáticos y leves de 10 a siete días, en los Estados Unidos (donde Ómicron es ahora la variante dominante), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ya han reducido el periodo de cuarentena de 10 a 5 días.
¿Cuál es la ciencia que subyace al cambio de directrices y cómo puede la gente protegerse mejor ante la propagación de Ómicron? Esto es lo que los expertos dicen que hay que saber.
¿Por qué en EE UU han cambiado el periodo de aislamiento recomendado?
¿La respuesta corta? La practicidad, dice Gregory Poland, vacunólogo y especialista en medicina interna de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. Como Ómicron se propaga tan fácilmente, los casos se han disparado a más de 540 000 por día durante los últimos siete días, en España la incidencia acumulada a 14 días el 5 de enero era de 2361 cada 100 000 habitantes. Y si cientos de miles de personas deben aislarse durante 10 días, resulta difícil dotar de personal y hacer funcionar las empresas más importantes, incluidos los hospitales.
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«¿Qué hacemos si el 20% o más del personal sanitario no puede trabajar porque ha dado positivo?», se pregunta Poland. «Se está observando un rápido aumento de las muertes y las complicaciones para quien está en el hospital, porque hay un número inadecuado de trabajadores sanitarios».
Pero también hay una ciencia sólida detrás del cambio. Los estudios han medido la concentración de virus vivos (y por tanto contagiosos) en la nariz de las personas infectadas y cómo cambian los niveles con el tiempo. Estos muestran que la capacidad de una persona para transmitir el virus suele alcanzar su punto máximo entre uno o dos días antes de que comiencen los síntomas y dos o tres días después, afirma Jill Weatherhead, experta en enfermedades infecciosas del Baylor College of Medicine de Houston (Estados Unidos). Por tanto, cinco días después de una prueba positiva, la cantidad de virus que una persona infectada desprende desciende bruscamente.
Las nuevas directrices son una compensación, añade Abraar Karan, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford en Palo Alto en California (Estados Unidos). «El beneficio es que evitamos enormes pérdidas de capacidad laboral», dice. «El coste es que enviamos a las personas de vuelta cuando todavía podrían ser infecciosas, aunque potencialmente mucho menos que al principio de su curso de la enfermedad».
Entonces, ¿cinco días después de dar positivo, estoy libre?
No exactamente. La recomendación de los cinco días sólo se aplica a las personas que sean asintomáticas o cuyos síntomas están disminuyendo en ese momento.
Una prueba negativa alrededor de la marca de cinco días tampoco significa necesariamente que estés libre, dice Karan. «Podrías seguir siendo infeccioso, incluso si das negativo en una prueba de antígenos», dice Karan. «Pero es probable que seas menos contagioso que cuando tu antígeno era positivo».
Las personas inmunocomprometidas tardan más en deshacerse de sus infecciones, dicen los expertos, y deben permanecer en aislamiento hasta 20 días. En el caso de las personas que tienen un sistema inmunitario sano y cuyos síntomas están disminuyendo, usar mascarilla reducirá el riesgo de transmisión del virus a partir del quinto día. Incluso después de cinco días de aislamiento, las personas deben llevar mascarillas bien ajustadas y de alta calidad sobre boca y la nariz.
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«La idea con la guía actualizada es que estés realmente cubierto durante ese momento de máximo contagio para protegerte de la transmisión del virus», dice Weatherhead. «Y en el caso de que seas una persona que continúe expulsando el virus después de esos cinco días, seguir usando la mascarilla te proporcionará otra capa de protección para prevenir la transmisión».
¿Cómo se cuentan los días de aislamiento?
Para aislar correctamente y reducir el riesgo, el día cero comienza cuando aparecen los primeros síntomas, incluso si el resultado de la prueba fue positivo antes de que comenzaran los síntomas. El día uno es el primer día completo después de que comiencen los síntomas. Si nunca tienes síntomas, el día uno es el primer día completo después de tu prueba positiva.
El aislamiento sólo se aplica a las personas que han dado positivo, según los CDC. Esto significa mantenerse alejado de otras personas, incluso de otros miembros del hogar, preferiblemente en una «habitación para enfermos» o en un área con su propio baño.
Si descubres que has estado expuesto a alguien que ha dado positivo, los CDC estadounidenses recomiendan que te pongas en cuarentena. Esto también significa mantenerse alejado de los demás durante un tiempo, pero los detalles dependen de su estado de vacunación. Si te has vacunado, si has recibido tu segunda inyección de Moderna en los últimos seis meses, tu segunda inyección de Pfizer en los últimos cinco meses, o si has recibido la vacuna de Janssen en los últimos dos meses, no necesitas ponerte en cuarentena, pero debes llevar una mascarilla cerca de otras personas durante 10 días.
En España la directriz del Gobierno en caso de contacto estrecho es que se «iniciará una vigilancia activa o pasiva, siguiendo los protocolos establecidos en cada comunidad autónoma» y se les recomienda «evitar interacciones sociales y permanecer en el domicilio el mayor tiempo posible».
En Estados Unidos, si no estás vacunado o no estás dentro de los plazos recomendados para las vacunas y refuerzos, los CDC recomiendan permanecer en casa durante cinco días, y luego usar una mascarilla alrededor de otras personas durante cinco días más. Si no puedes ponerte en cuarentena, lleva una mascarilla durante 10 días a todos los lugares a los que vayas, independientemente de que sea en interiores o exteriores. Cualquier persona que esté en contacto cercano con alguien que dé positivo debería hacerse la prueba el quinto día, si es posible. Y si aparecen síntomas, hazte la prueba y quédate en casa.
¿Cuándo dejaré de dar positivo?
La respuesta depende, entre otros factores, del tipo de prueba que te hagan.
Las pruebas de PCR detectan material genético del virus del SRAS-CoV-2. En algunas personas, los restos genéticos pueden permanecer en la nariz durante semanas o incluso meses después de que el virus ya no pueda causar infecciones, afirma Weatherhead. Poland tiene un compañero que dio positivo 16 semanas después de que comenzara su infección.
Las pruebas rápidas de antígenos, en cambio, detectan las proteínas víricas que producen los virus vivos y activos. Es poco probable que este tipo de pruebas den positivo después de que los niveles del virus sean demasiado bajos para causar la infección.
Una prueba positiva de cualquier tipo no revela el grado de contagio, señala Weatherhead. Aunque puede ser tentador interpretar una línea débil en una prueba rápida como una disminución del grado de infección, la debilidad podría ser simplemente el resultado de la cantidad de virus que se logró recoger con el hisopo. «Se obtiene una respuesta de ‘sí o no’, no de ‘cuánto'», dice.
¿Las pruebas rápidas detectan siquiera Ómicron?
Las pruebas disponibles sugieren que sí, que lo hacen, dice Weatherhead. La sensibilidad podría ser ligeramente inferior con la nueva variante, según afirmó la Agencia de los Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en un comunicado a finales de diciembre. En comparación con las pruebas PCR, las pruebas rápidas tienen menos probabilidades de detectar las infecciones en sus fases más tempranas. Pero un informe de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido analizó el rendimiento de las pruebas rápidas de antígenos en la detección de Ómicron, y no encontró ningún cambio en su rendimiento con Ómicron.
¿Empezaré a tener pruebas negativas antes si estoy vacunado y reforzado?
En teoría sí, dicen los expertos. En un estudio realizado en diciembre de 2021 sobre personas infectadas con diversas variantes, entre ellas Delta y Alfa, pero no Ómicron, los investigadores informaron de que las personas vacunadas con casos avanzados eliminaron sus infecciones en una media de 5,5 días. En cambio, las personas no vacunadas tardaron 7,5 días en curarse, aunque el pico de carga viral era el mismo en ambos grupos. Los estudios también demuestran que las personas totalmente vacunadas tienen menos probabilidades de desarrollar casos graves de COVID-19, incluidos los que contraen Ómicron.
La vacunación «ciertamente reduce el riesgo de desarrollar una enfermedad grave y de requerir hospitalización, porque el sistema inmunitario [está] preparado para reducir la carga viral», afirma Weatherhead. «Si eso se traduce en la rapidez con la que se pasa de una prueba de antígeno positiva a una negativa, no creo que tengamos todavía esos datos».
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¿Es necesario tener un resultado negativo en la prueba para dejar de estar aislado?
Aunque muchos expertos en salud pública piensan que sería una buena idea, los CDC se mantienen firmes en su decisión de no recomendar una prueba negativa antes de dejar el aislamiento.
La mejor respuesta podría depender de si se trata de tomar decisiones políticas o individuales, dice Poland. A nivel de población, podría tener sentido exigir pruebas negativas para evitar que los niños potencialmente infecciosos vayan a la escuela, por ejemplo.
Pero en la vida personal, dice Weatherhead, lo que uno decida hacer depende de su propio nivel de tolerancia al riesgo y de la vulnerabilidad de las personas que le rodean. «Si estás cerca de personas que no están vacunadas o que tienen condiciones de salud subyacentes que tienen un alto riesgo de enfermedad, tal vez sea mejor hacer esa prueba o esperar los 10 días completos de antemano», dice.
Si mi prueba es negativa, ¿tengo que seguir usando la mascarilla?
Si estás vacunado, reforzado y sano, ha disminuido drásticamente la posibilidad de padecer una enfermedad grave, ser hospitalizado o morir, dice Poland. Pero sólo ha disminuido moderadamente el riesgo de infectarse con la variante Ómicron. Teniendo en cuenta lo transmisible que es la variante, Poland recomienda llevar una mascarilla si te reúnes en un lugar cerrado con personas que no pertenecen a su hogar. Además, es preciso recordar que en España la mascarilla volvió hace poco a ser obligatoria en exteriores y su uso en el interior de lugares públicos sigue siendo obligatorio salvo para cuando se come o bebe.
Mucha gente puede infectarse sin saberlo y transmitir el virus, añade Karan. Usar mascarillas puede ralentizar la transmisión entre personas que pueden ser infecciosas pero que no presentan síntomas.
En última instancia, las personas deberán tener en cuenta su estado de salud, su tolerancia al riesgo, su estado de vacunación y los niveles de COVID-19 en la comunidad a la hora de tomar decisiones sobre el enmascaramiento, afirma Weatherhead. Las personas «que tienen condiciones de salud subyacentes o tienen un alto riesgo de progresar a una enfermedad grave si se infectan con el SARS-CoV-2 pueden optar por seguir usando máscaras incluso alrededor de grupos totalmente vacunados».
¿Cómo saber si tengo Ómicron?
En Estados Unidos, Ómicron representa ahora más del 95% de los nuevos casos, según los datos publicados esta semana por los CDC, que utilizan un sistema nacional de vigilancia para obtener una muestra de las variantes circulantes. Pero Delta sigue existiendo, y las pruebas caseras no te precisarán qué variante tienes.
Para todas las variantes, «lo mejor que podemos hacer es identificar realmente cuáles son nuestras tolerancias al riesgo y asegurarnos de que estamos protegiendo a los demás, especialmente durante ese período de tiempo altamente contagioso», dice Weatherhead. «Aparte de eso, asegurarse de estar vacunado, llevar la mascarilla, proporcionará varias capas de seguridad para reducir esos riesgos de transmisión».
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.