Los leones remontan en cinco minutos con goles de Yeray y Nico Williams a los de Simeone y se jugarán un nuevo título ante el Real Madrid

El Athletic Club ha demostrado al mundo, en el lejano Asia, que es competitivo y ganador con su filosofía. En una remontada fulgurante que queda para los anales rojiblancos, los de Marcelino han vencido por 1-2 al Atlético de Madrid y disputarán su segundo título de la Supercopa consecutivo el domingo ante el Real Madrid. Una final que llevaba décadas sin disputarse. Tocará otra gesta como la de Los Once Aldeanos.

Los goles en dos córners de Yeray y Nico Williams, en cinco minutos (del 76 al 81), no han hecho sino impartir justicia en el King Fadh, que aplaudió con ganas a los de Marcelino por su gesta. No es sencillo remontar ante los de Simeone y, pese a que el Athletic encajó un gol desgraciado en un cabezazo de Joao Félix que entró tras pegar en el poste y en Simón, el equipo no se rindió. Creyó muchísimo y superó el muro de Oblak, que parecía haberse interpuesto de nuevo para un éxito. El campo de Riyadh, que idolatra al Real Madrid, ya conoce cómo se las gasta el Athletic Club.

Los de Simeone jugaron con todas las precauciones del mundo. Primero, asustaron de salida, pero en cuanto el Athletic cogió el sitio, tuvo la primera gran ocasión en una de Iñaki Williams que dinamitó Oblak. Fue en realidad en la segunda mitad cuando se dinamitó el encuentro. Llegó el desgraciado tanto colchonero en el 61’ y los leones, lejos de entregarse, se lanzaron al cuello de los madrileños.

Rozaron el empate, que no llegó por milímetros, en un balón parado de Muniain, que tuvo una noche soberbia. El cabezazo de Iñigo Martínez fue frenado en la raya por Oblak. Parecía que la suerte jugaba en contra, pero la fe de estos leonazos se acabó imponiendo. Tuvo otra Iñaki Williams, parada por el portero esloveno y, de repente, llegó el 1-1 en un imponente cabezazo del imperial Yeray tras un saque de esquina de Muniain.

Era el minuto 76 y el Athletic no se paró a especular. Nico Williams afiló el cuchillo y fue detenido por Oblak, pero a la segunda, cazó pieza mayor. Empaló con la zurda desde el borde del área el balón suelto de un córner de Muniain y desató la algarabía bilbaína. El Atlético no se levantó y Giménez terminó expulsado. Toca otra gesta para dar la vuelta al mundo ante el Real Madrid de Benzema. A reponerse y dejar el pabellón alto el domingo.

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