España y Europea superan en gran medida los límites de contaminantes que fijan las nuevas directrices de la calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio del Barcelona Supercomputing Center (BSC) que analiza las cifras recogidas en las estaciones de medición españolas y europeas.
Las nuevas directrices de la OMS recomiendan niveles de calidad del aire para los seis contaminantes más dañinos para la salud humana, según la evidencia científica: el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas (PM2,5 y PM10), el ozono (O3), el dióxido de azufre (SO2) y el monóxido de carbono (CO).
Casi todas las concentraciones recomendadas en las nuevas directrices son bastante más restrictivas que las anteriores de 2005: en el NO2 y las PM2,5, por ejemplo, los nuevos límites medios anuales son inferiores en un 75% (de 40 a 10 microgramos/metro cúbico) y en un 50% (de 10 a 5 microgramos/metro cúbico), respectivamente.
Las anteriores directrices de 2005 ya no se cumplían en toda Europa y, tras la revisión de 2021, el estudio del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación muestra un aumento «dramático» del incumplimiento.
El porcentaje de estaciones de medición en las que se superan los límites de cada contaminante ha pasado del 8 al 88 % en el caso del NO2, del 50 al 85 % en las PM10 y del 77 al 98 % en las PM2,5.
Estaciones España
En lo que se refiere a España, en el 89 % de las estaciones se superan el nuevo límite medio anual de NO2 establecido por la OMS, mientras que, con las anteriores recomendaciones de 2005, apenas incumplía un 5 %.
Para las partículas PM10 y las PM2,5, el aumento en el incumplimiento es también considerable: del 55 % y 58 % al 86 % y 99 %, respectivamente.
Concretamente en el caso de las PM2,5, en 61 de las 62 estaciones que hay en España se superan el nuevo límite recomendado, mientras que el 98 % incumple las directrices de ozono (O3).
«El hecho de que la mayoría de los ciudadanos europeos estén respirando actualmente niveles tan perjudiciales de contaminantes atmosféricos es muy preocupante«, ha afirmado el investigador del BSC Dene Bowdalo.
Los investigadores analizaron los datos durante condiciones normales entre 2017 y 2019, antes del inicio de la pandemia de COVID-19, pero también evaluaron el impacto de la reducción de las emisiones durante el confinamiento.
Sin embargo, la reducción en los incumplimientos solo fue significativa en el periodo más estricto de confinamiento, del 15 de marzo al 15 de junio de 2020, especialmente en el caso del NO2, que es producido principalmente por los motores diésel.
Así, a pesar de una reducción media del 32 % en el transporte por carretera durante 2020 en toda Europa, más del 50 % de las estaciones siguieron incumpliendo la normativa.
Según el BSC, esto implica que son necesarias «medidas drásticas, como las zonas de emisiones cero o la prohibición de la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles», pues los países deben reducir «radicalmente» los niveles de los contaminantes atmosféricos para cumplir con las recomendaciones de la OMS.
Se calcula que el cumplimiento de las nuevas directrices de la OMS evitaría el 66 % de las muertes prematuras atribuidas a la exposición a las partículas PM2,5 en Europa. EFEverde