EFEverde.- El Gobierno alemán quiere aprovechar su presidencia del G7 para presentar como modelo su reforma de la política energética, basada en un abandono paulatino de la nuclear y el fomento de las renovables como fórmula para reducir las emisiones de C02.
Lucha contra el cambio climático
En primer lugar, es preciso, según Steinmeier, reducir la dependencia energética de las importaciones de gas y petróleo pero, además, la lucha contra el cambio climático debe ser para el ministro una meta de la política exterior.
“Frenar el cambio climático es para mí una clara meta de la política exterior. Si no lo conseguimos, no sólo nos amenazarán dramáticas consecuencias para el medio ambiente sino también para la estabilidad de Estados y sociedades”, dijo Steinmeier.
El ministro agregó que no se necesita mucha fantasía para imaginarse lo que ocurrirá si en estados ya de por sí frágiles el cambio climático hace aún más difícil el acceso a los alimentos.
El giro que empezó Alemania en su política energética hace más de 15 años, bajo la coalición rojiverde presidida por Gerhard Schröder, y que luego fue ratificado por el segundo gobierno de Angela Merkel bajo la impresión de la catástrofe de Fukushima, es visto por el ejecutivo germano como un modelo para el mundo.