Una mala tarde. El Milan lo intentó todo para ganar, poniendo alma y corazón en el campo, pero la buena suerte le dio la espalda y salvó al Bolonia.
El 0-0 de San Siro es una mezcla de episodios adversos, oportunidades desperdiciadas y arrepentimiento. En la primera parte los rossoneri crearon e incluso cedieron algo, sobre todo en la segunda parte aplastaron al rival y recogieron un buen número de acciones ofensivas: el balón, sin embargo, nunca entró; por una puntería menos que perfecta y también gracias a las atajadas de Skorupski.
Realmente una lástima, no bastó una actuación de enorme voluntad -para subrayar la quinta portería a cero consecutiva, incluida la de la Copa de Italia- y la carga de un estadio casi lleno: el empate -en Serie A no pasó del Udinese , siempre en casa- deja un mal sabor de boca, pesan más los dos puntos dejados en la calle en un partido y en un periodo muy importante del campeonato.
Tras la jornada 31 el Diablo sube al 67, quedándose solo en lo más alto de la clasificación pero con menor diferencia gracias a los aciertos de Nápoles (-1) e Inter (-4 con una carrera por recuperar). Durante el próximo fin de semana, domingo 10 de abril a las 20.45 horas, se programará el viaje a Turín: una encrucijada aún más delicada y fundamental para redescubrir una sonrisa. Tranquilidad y confianza, siempre depende de nosotros.
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