El curriculum resultaba confuso. Deportivo Cali había culminado el 2021 como campeón de la liga colombiana. Galera y bastón. El comienzo del 2022 funcionaba como lo contrario: antepenúltimo de la tabla. El plantel se había depurado. Rafael Dudamel florecía en duda sobre su cargo. Es decir: recibir a Boca, justamente a Boca, aunque fuera de local, parecía un caso perdido. Hasta que la pelota comenzó a rodar. Sobre todo la del segundo tiempo. Tanto como para que el resultado sonría 2-0 en favor de los verdes.
Boca se desinfló. El comienzo tuvo algunas asociaciones bellas entre Oscar Romero y Exequiel Zeballos. Ese ejercicio imaginativo de correr hacia donde puede alguien lanzar funcionaba. Sorprendía. Pero comenzó a deluirse. Solo dos no pueden sostener el alma creativa de un conjunto. Los de Sebastián Battaglia sobrecargaron su falta de formulación de juego. Lo pagó caro.
Deportivo Cali no tomó la iniciativa. Pegó en el momento indicado, se podría decir. Un tiro libre brillantemente ejecutado y Guillermo Burdisso anticipándose. Un pase exquisito por izquierda y una gran definición de Jhon Vásquez. Teófilo Gutiérrez brilló. Dejó el espacio de centrodelantero para aspirar a ser enganche. Rindió.
Deportivo Cali ganó. Sorprendió tanto como Always Ready en su victoria sobre Corinthians. Un grupo de la CONMEBOL Libertadores que empeieza desde lo impensado. La historia será larga. Pero comenzó vibrante.
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