La Red Mundial de Geoparques de la organización de la ONU dedicada a la cultura y a la educación cuenta ya con un total de 177 inscripciones. Su denominador común es su extraordinario patrimonio geológico, y que sirve para apoyar la diversidad biológica y cultural.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) ha aprobado la designación de ocho nuevos Geoparques Mundiales, con lo que el número de sitios que integran la Red Mundial asciende ahora a 177 en 46 países. Dos países, Luxemburgo y Suecia, se unen este año a la red de parques con el nombramiento de sus primeros geoparques.
La designación de Geoparque Mundial de la UNESCO reconoce el patrimonio geológico de importancia internacional. En 2015, los Estados Miembros de la UNESCO ratificaron por unanimidad la creación de la Red Mundial de Geoparques que, precisamente por su una extraordinaria geología, sustentan la diversidad biológica y cultural de distintas regiones.
También sirven a las comunidades locales, combinando la conservación de su patrimonio geológico único con la divulgación pública y el desarrollo sostenible.
Con estas ocho nuevas designaciones, la Red de Geoparques cubre ahora una superficie total de 370.662 km², comparable a la de Japón.
Estos son los geoparques que engrosan la lista de la Red Mundial.© Getson Luís, Seridó UNESCOParque de Seridó en Brasilo
Seridó (Brasil)
El geoparque de Seridó ocupa una superficie de 2800 km² en el noreste semiárido de Brasil. Alberga más de 120.000 habitantes, entre los que se encuentran comunidades como los quilombolas, que mantienen viva la memoria de sus antepasados esclavizados de África y preservan su cultura mediante prácticas tradicionales, museos y centros culturales.
El geoparque es testimonio de los últimos 600 millones de años de la historia de la Tierra y acoge una de las mayores mineralizaciones de scheelita de Sudamérica, un importante mineral de wolframio, así como coladas de basalto procedentes de la actividad volcánica de las eras mesozoica y cenozoica. Esta geodiversidad determina en gran medida la biodiversidad única de la región, especialmente caracterizada por la caatinga (“bosque blanco” en lengua tupí), una ecorregión marcada por una flora subtropical muy característica. La caatinga es el único bioma exclusivamente brasileño, lo que significa que gran parte de su patrimonio biológico no se encuentra en ningún otro lugar del planeta. © Priscila VenturaGeoparque Mundial de la UNESCO de los Caminos de los Cañones del Sur, Brasil.
Caminos de los Cañones del Sur (Brasil)
El geoparque de los Caminos de los Cañones del Sur, en el sur de Brasil, tiene una superficie de 2830,8 km² y aloja a 74.120 habitantes. Se caracteriza por la Mata Atlántica, uno de los ecosistemas más ricos del planeta en términos de biodiversidad.
Los habitantes precolombinos de la zona se refugiaban en paleotocas (cavidades subterráneas excavadas por megafauna vertebrada paleolítica extinta, como el perezoso gigante de tierra), cuyos numerosos vestigios aún son visibles en el geoparque. Además, el sitio cuenta con los cañones más impresionantes de Sudamérica, formados por los procesos geomorfológicos únicos que sufrió el continente durante la ruptura del supercontinente Gondwana, hace unos 180 millones de años. © Geoparque de Salpausselkä/Johannes SipponenGeoparque Mundial de la UNESCO de Salpausselkä, Finlandia.
Salpausselkä (Finlandia)
El geoparque de Salpausselkä, con una población de unos 177.000 habitantes, está situado en el sur de Finlandia, en la parte más meridional de los lagos finlandeses, y tiene una superficie de 4506 km². Alrededor del 21% está cubierto por agua y más de la mitad por bosques.
Los cientos de lagos de su interior son un rasgo característico de su paisaje, junto con sus largas y marcadas crestas de Salpausselkä. Estas crestas, que se extienden a lo largo de más de 600 km por el sur de Finlandia, están formadas por sedimentos depositados por los glaciares. Son testigos del cambio climático, concretamente del Dryas Reciente, el periodo frío que duró aproximadamente de unos 12.900 años a unos 11.600 años, y que interrumpió la tendencia al calentamiento del hemisferio norte al final de la época del Pleistoceno (de 2,6 millones de años a 11.700 años).
Estudiadas desde el siglo XIX, estas crestas constituyen el patrimonio geológico más conocido de Finlandia, y se sitúan en un paisaje formado por el deshielo de los glaciaresque creó formas terrestres glacio-fluviales y formaciones rocosas que almacenan abundantes aguas subterráneas y proporcionan a la región agua potable de alta calidad de forma natural.© Dietmar Denger/Geopark Ries e. V.Geoparque Mundial de la UNESCO de Ries, Alemania.
Ries (Alemania)
La mayor parte de la zona del geoparque de Ries se encuentra en el estado de Baviera, con una parte más pequeña en el estado de Baden-Würtemberg que comprende el Cráter de Ries, situado entre el Alb de Suabia y Franconia, en el sur de Alemania. Su extensión es de 1749 km2 y alberga a 162.500 habitantes.
Hace unos 15 millones de años, un meteorito colisionó con la Tierra en este mismo lugar, dejando un cráter de impacto (astroblema) que es el cráter de meteorito mejor conservado de Europa y la estructura de impacto más estudiada entre los casi 200 cráteres conocidos en todo el mundo.
Los visitantes pueden explorar el cráter de impacto de Nördlinger Ries y aprender sobre su geología e historia siguiendo sendas naturales que llevan a los excursionistas a miradores escénicos, por su cuenta o en visitas guiadas. También hay centros de información y programas escolares. El geoparque ofrece una intrigante visión de la historia de la Tierra a través de su singular paisaje natural, y su historia cultural y culinaria.© Kefalonia-IthacaGeoparque Mundial de la UNESCO de Cefalonia-Ítaca, Grecia.
Cefalonia-Ítaca (Grecia)
En el oeste de Grecia, el geoparque de Cefalonia-Ítaca es un complejo de islas perteneciente al Heptaneso —del griego siete, el número de Islas Jónicas principales—. Cefalonia ocupa una superficie de 773 km² y alberga a 35.801 habitantes, y los 117 km² de Ítaca están habitados por 3084 personas.
El geoparque es rico en geositios de origen kárstico, como cuevas, sumideros y arroyos subterráneos, todos ellos dispersos por las islas, que hablan de una historia geológica que se remonta a hace más de 250 millones de años. Ambas islas están situadas muy cerca de una cadena montañosa con forma de arco (el arco helénico) formada por la subducción de la placa africana bajo la placa euroasiática.
Es la región más tectónicamente activa de Europa. El geoparque también tiene un significado literario, ya que Kefalos e Ítaca se nombran en la Odisea como la patria de Ulises, el héroe del poema épico de Homero. También es la casa de monumentos prehistóricos, helenísticos y romanos, castillos medievales, monasterios bizantinos y postbizantinos, asentamientos tradicionales, molinos de viento, puentes y faros, un rico patrimonio cultural diseminado por las extraordinarias características geológicas de la zona.© NGPM, Uli FielitzGeoparque Mundial de la UNESCO de Mëllerdall, Luxemburgo.
Mëllerdall (Luxemburgo)
En el este de Luxemburgo, el geoparque de Mëllerdall tiene una superficie de 256 km² y una población de unos 25.500 habitantes.
El geoparque está situado en el centro de la cuenca de Tréveris-Luxemburgo, que se extiende desde la cuenca de París hasta el macizo renano. Cuenta con la Formación Arenisca de Luxemburgo, que alcanza un grosor de hasta 100 metros y data de la época del Liásico inferior (hace entre 205 y 180 millones de años). Forma uno de los paisajes de arenisca más espectaculares de Europa Occidental y ha sido una atracción turística desde finales del siglo XIX.
En la actualidad, la región puede explorarse siguiendo una densa red de rutas de senderismo bien señalizadas, entre ellas la de Mullerthal, de 112 km de longitud, que ha ganado el premio Leading Quality Trails a la mejor ruta de senderismo de Europa.© Buzău Land NGO/Răzvan-Gabriel PopaEn el Geoparque de Buzău Land, en Rumanía, se encuentran las cuevas de sal más largas y profundas del mundo.
Buzău Land (Rumanía)
En la zona del Recodo de los Cárpatos, en Rumanía, el territorio montañoso y accidentado del geoparque de Buzău Land abarca 1036 km² y alberga a unos 45.000 habitantes. Varias placas tectónicas colisionaron en la región, creando una cadena montañosa de pliegues y cabalgamientos muy compleja que posteriormente fue erosionada por la acción de los glaciares.
El geoparque, una de las zonas más activas de Europa desde el punto de vista geodinámico, presenta 40 millones de años de historia geológica. A lo largo de este periodo, sus movimientos tectónicos empujaron las montañas y transformaron un entorno marino profundo en uno terrestre. En los Cárpatos se han conservado muy bien fósiles de especies marinas, vegetación terrestre, mamíferos y aves que datan de la última glaciación. Muchos fósiles de escarabajos, arañas, crustáceos, reptiles y otras especies se conservan en ámbar, una resina fosilizada.
Asimismo, se encuentran aquí algunas de las cuevas de sal más largas y profundas del mundo, restos de grandes depósitos de sal y yeso formados por la evaporación de masas de las aguas encerradas a poca profundidad.
Esta geodiversidad ha influido en un patrimonio cultural único, con leyendas locales en las que los volcanes de lodo se convierten en dragones, las calderas de lodo son trampas fabricadas por gigantes para atrapar al ganado y el futuro puede predecirse mirando a través de un lente de ámbar.© Henrik TheodorssonGeoparque Mundial de la UNESCO de Platåbergens, Suecia.
Platåbergens (Suecia)
En el oeste de Suecia, el geoparque Platåbergens abarca una superficie de 3690 km2 y 289.198 habitantes.
Presenta un paisaje único de 15 montañas de cima plana, platåbergens en sueco, que dan nombre al lugar. Estas montañas se formaron por la erosión durante la última Edad de Hielo, hace 115.000 años. La zona también abarca la llanura de Västgöta, con sus lagos de llanura aluvial poco profundos, crestas onduladas y paisajes culturales bien conservados.
Algunos de los descubrimientos históricos más interesantes de Suecia se han realizado en esta zona, donde los museos conservan numerosos vestigios que atestiguan el uso que los habitantes hicieron de la piedra local a lo largo de los milenios: desde tumbas megalíticas (5300-4700 a.C.) hasta la primera iglesia de piedra conocida en Suecia, construida por vikingos cristianos a principios del siglo XI.
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