El Paris Saint-Germain ganó contra el eterno rival y el perseguidor más cercano, el Marsella, en su choque de la jornada 32 de la Ligue 1 en el Parque de los Príncipes el domingo (2-1). ¡Revise esta 102.ª edición de Le Classique!

¡Ni siquiera los altibajos de una larga temporada pueden eclipsar la atmósfera eléctrica de un Classique! En esta tarde primaveral, el choque entre el Paris Saint-Germain y el Olympique de Marseille fue un momento fuera de tiempo, una fecha a marcar para todos los hinchas del club capitalino. ¡Especialmente porque la situación en la clasificación, un partido entre los líderes de la liga y sus perseguidores más cercanos, subrayó la atracción de este choque en la cima de la tabla!

Dos lados en buena forma gracias a algunas buenas actuaciones colectivas; fortalezas individuales en todas las áreas del campo; y la animosidad en el aire se unieron como ingredientes para un gran Classique. Desde el principio, los dos equipos se enzarzaron en una intensa batalla en el centro del campo. ¡Pero fue nuestro Rouge et Bleu quien sacó la primera sangre! Gracias al ojo afilado de Marco Verratti, Neymar Jr logró derribar el balón en una portería vacía, con la punta de su bota, ¡para darle la ventaja a París! (1-0, 12′).

El Marsella aumentó la presión como era debido para intentar recuperar el control del balón, y fue a partir de una remontada tras un córner que Caleta-Car logró igualar para los visitantes (1-1, 31′). ¡Nuestros parisinos trabajaron duro para recuperar el control del juego y las oportunidades comenzaron a llover sobre el portero del OM, Pau López! Neymar Jr, Danilo (35′) y Mbappé (38′) estuvieron a punto de batir al portero antes de que dos goles de Leo Messi fueran señalados en fuera de juego (40′, 45′)… Pero el segundo gol estaba definitivamente en juego; todo lo que faltaba era la suerte de hacerlo realidad.

¡Y fue Kylian Mbappé quien se encargó de poner en pie el Parque de los Príncipes! El campeón del mundo estuvo helado desde el penalti y puso por delante a nuestro Rouge et Bleu en el mejor momento posible, justo antes del descanso (2-1, 45’+4).

No se trataba de relajarse en defensa, especialmente ante un archirrival, y la segunda mitad vio la motivación de los parisinos igualada solo por la electricidad en el aire, que crepitaba cada vez que había contacto. A esas alturas era cuestión de estar ultraconcentrado para no meterse en problemas con el árbitro, y el imparable Kylian Mbappé dio el ejemplo y su remate fue anulado por fuera de juego (75′), antes de que Saliba viera la suya. -ser empatado igualmente negado diez minutos después (85′).

Con este marcador, los hombres de Mauricio Pochettino derrotaron al equipo de Jorge Sampaoli para ganar la 102ª Classique. La victoria fue muy importante para los parisinos: subrayar su condición de líderes de la liga y establecer una ventaja de 15 puntos sobre sus rivales más cercanos. Un gran paso adelante en la búsqueda de un histórico décimo título…

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