Edward Norton es conocido por ser el protagonista de clásicos modernos como El club de la lucha y Birdman.

Pero este estadounidense de 52 años también es Embajador de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para la Biodiversidad y un ávido conservacionista que trabaja con organizaciones de todo el mundo para proteger lo que él ha llamado la «riqueza de la vida«.

Edward Norton being guided in Amboseli National Park
Foto: Magical Kenya/KWS

Este mes, Norton viajó a Kenia para ver de primera mano cómo los funcionarios del gobierno y las comunidades locales se unen para salvaguardar a los elefantes africanos en peligro de extinción. En los últimos 30 años, la población de elefantes de Kenia casi se ha duplicado.

Este esfuerzo forma parte de lo que, según el tres veces nominado al Oscar, debe ser un impulso mucho mayor para detener el declive del mundo natural.

Los seres humanos han alterado tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y, si no se controla, el desarrollo desenfrenado podría amenazar algún día nuestra supervivencia, afirma.

«Tenemos que darnos cuenta de que los sistemas económicos que nos sustentan dependen de la salud de los ecosistemas», afirma Norton, director de la rama estadounidense del Maasai Wilderness Conservation Trust, que trabaja para proteger algunos de los espacios salvajes más famosos de África oriental.

Eso es una señal, dice Norton, de que el mundo necesita cambiar su enfoque sobre la conservación. » Durante los 100 años del movimiento de conservación, nos hemos centrado en poner líneas alrededor de ciertas áreas protegidas. Pero no es suficiente. Los sistemas ecológicos son demasiado grandes y complejos como para limitarse a trazar líneas en partes de ellos».

El tres veces nominado al Oscar cree que los conservacionistas deben encontrar formas de crear puestos de trabajo y otras oportunidades económicas para las comunidades, a menudo empobrecidas, que bordean las áreas protegidas. Eso se considera desde hace tiempo clave para combatir la caza furtiva, que suele ser un acto de desesperación.

«En Kenia, la recuperación de la población [de elefantes] es un éxito. Pero al mismo tiempo se trata de salvar algo más que ciertas especies icónicas», dice Norton.

«Si las industrias que se crean a partir de los recursos naturales no aportan un futuro económico mejor para las comunidades… se acabó, se acabó. No importa cuántos parques se creen».

Mira el siguiente vídeo para saber más sobre el viaje de Norton a Kenia y cómo puedes unirte al esfuerzo de proteger los espacios salvajes del planeta.

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