Hemos dado más de un rodeo en esta primera mitad del Giro de Italia. Estaba en el aire y hoy hemos sido testigos de uno de esos acontecimientos que pueden cambiar la dinámica de todo un deporte. Biniam Girmay (Intermarché-Wanty-Gobert) ganó en la línea de meta de Jesi y con él todo un continente está de fiesta. De hecho, por primera vez en la historia del ciclismo, no sólo gana un eritreo en el Giro, sino que también es la primera vez que un corredor del África negra levanta los brazos al cielo en la meta de una Grande.
Biniam lo ha dejado claro, quiere liderar toda el África ciclista. Su ejemplo podría abrir un nuevo escenario para el ciclismo, muchos jóvenes querrán intentar imitarle, y el objetivo de las altas esferas del ciclismo mundial será darles la oportunidad de demostrar su valía.
La Corsa Rosa da así la bienvenida a una zona del mundo que hasta ahora había permanecido bastante al margen en el universo del ciclismo profesional pero que, poco a poco, quiere intentar encajar y sacar a relucir todos sus talentos. Girmay había sido el primero en imponerse en una gran clásica, el pasado marzo en la Gent-Wevelgem, y ahora es el primero en imponerse en una Grande. A su regreso a Eritrea fue recibido como un héroe por todo el país y, tras este éxito, estamos seguros de que se están preparando para otra gran celebración. Y el Giro aún no ha terminado, ya que Girmay seguramente querrá volver a intentarlo, con el objetivo de ganar también la Maglia Ciclamino.
Pero también merece la pena hablar de la forma en que Biniam ha ganado hoy. Fue un sprint magistral, liderando desde los 300 metros hasta la meta, con un fenómeno como Mathieu Van der Poel que nunca logró alcanzarlo y al final tuvo que levantarse, cediendo ante su gran rival en esta primera parte del Giro de Italia. El epílogo de esta etapa llegó tras una jornada apasionante, vivida en su totalidad en la memoria de Michele Scarponi (sugerente el pasaje de su Filottrano), en la que, a su vez, atacaron todos los grandes. Desde Van der Poel hasta Carapaz, pasando por Nibali, todos intentaron dejar su huella en la meta de Jesi. Sin embargo, al final surgió Biniam Girmay. Marque esta fecha, porque hoy se ha hecho historia.
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