Pasar de los discursos a la acción en la protección de los mares es el gran desafío de la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas (UNOC), que acogerá Lisboa entre el próximo día 27 y el 1 de julio con delegaciones de unos 150 países.
Pero, ¿qué es una Conferencia de los Océanos? ¿Quienes participan? ¿Sus decisiones son vinculantes? ¿Tiene relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
A continuación, algunas claves para entender el impacto de la Conferencia de Lisboa.
¿QUÉ ES LA II UNOC?
Organizada por Kenia y Portugal bajo el lema «Salvar el océano, proteger el futuro», la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas (UNOC) estaba programada para 2020 y tuvo que ser aplazada por la pandemia.
La I UNOC, celebrada en Nueva York en 2017, estaba prevista en Fiyi, pero los destrozos de un ciclón lo impidieron.
Es una cita intergubernamental para movilizar a Estados, organismos financieros internacionales, empresas públicas, privadas y sociedad civil para avanzar en acciones de protección de los océanos.
Es parte de las propuestas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, establecidos por Naciones Unidas en 2015.
OCÉANOS EN CIFRAS
Los océanos cubren el 70% de la superficie terrestre y albergan el 80% de la vida del planeta. Generan la mitad del oxígeno que necesitamos y absorben el 25% de las emisiones de dióxido de carbono. Son vitales contra el impacto del cambio climático.
Según datos de Naciones Unidas, cerca de 680 millones de personas habitan en zonas costeras bajas. En 2050 serán mil millones.Además, alrededor del 12% de la población -más de 800 millones de personas- vive de la pesca o de industrias relacionadas con los mares.
El 80% de la polución marina se origina en tierra -incluyendo productos químicos, pesticidas, fertilizantes, petróleo- aunque el mayor problema son los plásticos: Unas 8 toneladas de plástico son arrojadas a los mares cada año.
Océanos y calentamiento global están estrechamente relacionados. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el nivel de los mares subió una media de 4,5 milímetros anuales entre 2013 e 2021 debido al deshielo.
CAMBIO CLIMÁTICO Y LA ECONOMÍA AZUL
Precisamente el impacto del cambio climático en los océanos y las posibilidades de la «economía azul» sostenible centrarán las jornadas de la Conferencia, que debe evaluar también el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (ODS14) de Protección de la vida Marina.
El ODS14, según la ONU, busca proteger y asegurar el uso sostenible de los océanos, como parte de los compromisos de la Agenda 2030.
Plantea, entre otras medidas, reducir la polución y la acidificación de las aguas, frenar la sobrepesca y aumentar los beneficios para los pequeños Estados insulares.
La meta más ambiciosa, defendida entre otros países por Portugal, es elevar la protección de los mares al 30% hasta 2030.
PARTICIPACIÓN
La UNOC reunirá en Lisboa a Estados miembro de Naciones Unidas, actores privados, sociedad civil y organismos financieros internacionales en el complejo Atice Arena, el mayor pabellón de Portugal, en el Parque de las Naciones, un barrio lisboeta nacido a la sombra de la Expo de 1998 a orillas del río Tajo.
Más de 20.000 personas se han registrado para esta cita, que contará con delegaciones de 143 países, con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, una quincena de jefes de Estado y de Gobierno y unos 130 ministros.
Entre los líderes que han confirmado, según las autoridades lusas, figura el presidente francés, Emmanuel Macron, y los de Colombia, Ecuador, Angola, Noruega, Finlandia, Suecia, Libia, Namibia, Maldivas, Micronesia y Guinea Ecuatorial.
Estados Unidos estará representado por John Kerry, enviado especial del presidente Joe Biden para el clima; Rusia participará también con un enviado especial de Vladimir Putin para cuestiones de océanos y clima y Ucrania tendrá una delegación presencial en la UNOC donde, por el momento, no está prevista la intervención virtual de Volodímir Zelenski.
DECLARACIÓN DE LISBOA
Las decisiones de la Conferencia no son vinculantes ni de obligado cumplimiento, pero aún así habrá un acuerdo político: La Declaración de Lisboa, que recogerá las líneas de un consenso global para facilitar la conservación del océano y sus recursos.
La importancia de la economía azul, la relación entre cambio climático y océanos, la necesidad de regular la pesca y la explotación de los recursos marinos y de aumentar la protección de los mares centrarán el documento.
La UNOC de Lisboa servirá de puente para la COP27, convocado para noviembre en Egipto, y para la Conferencia del Agua de 2023 prevista en Nueva York. EFEverde