En el barrio Calima se está reciclando ‘basura’ por toneladas. Esto, gracias a una iniciativa comunitaria que ha permitido que a residuos como cajas, botellas plásticas y latas de atún, hoy se les esté dando una segunda oportunidad.
Todo empezó en abril de 2021, cuando la acumulación de residuos en el espacio público provocada por los bloqueos del Paro Nacional, fue el impulso para que varios ciudadanos se unieran en este propósito ambiental.
“A partir de la emergencia sanitaria que se vivió en la ciudad, en la comunidad del barrio Calima pudimos evidenciar que el 80 % de los residuos es aprovechable. Desde ese entonces, empezamos a hacer separación en la fuente de materiales como plástico, cartón, vidrio y chatarra”, contó Gino Pérez, director de la Corporación Ambiental y Comunitaria Barrio Calima.
Posteriormente, esta estrategia de reciclaje se consolidó en la ‘ruta selectiva’. En ella, Gino y sus vecinos recorren las calles del barrio los lunes y jueves de cada semana en dos ecotriciclos recolectando ‘puerta a puerta’ los materiales aprovechables que las personas guardan en sus casas.
“En tres meses de operación que lleva la ruta selectiva, hemos reciclado alrededor de 5 toneladas de estos residuos. Esto equivale a una compensación de 6 toneladas de huella de carbono”, explicó Pérez.
En este proyecto, al que se han sumado 300 hogares, los niños están siendo protagonistas con sus acciones ambientales. Ellos, además de entregar los materiales aprovechables en los días de recolección, los están canjeando por puntos que pueden redimir en juegos infantiles que instalan los fines de semana en el sendero del río Calima.
“Yo tengo acostumbrados a mis hijos a que deben guardar todo lo que coman o se tomen y venga en materiales que se puedan aprovechar. Camilo, por ejemplo, ama estar en el inflable y el ‘brinca brinca’, entonces como sabe que nos dan unas boletas por entregar reciclaje, contribuye con su aporte esperando su recompensa”, comentó Elsa María García, habitante del barrio Calima.
Posterior a su recolección, los materiales son entregados a Huella Ambiental, una de las 31 organizaciones de recicladores de oficio que hay en la ciudad.
“Ellos son los que están haciendo la disposición final del reciclaje, incorporándolo nuevamente a la cadena de producción de la industria colombiana. A su vez, están apadrinando a quienes están trabajando en este proyecto, con lo que se está generando una oportunidad de empleo para personas en condición vulnerable del barrio Calima”, dijo Gino Pérez.
Por esta iniciativa ambiental, el barrio Calima fue seleccionado para implementar un piloto de una plataforma digital llamada Amicomunidad, en la que se podrá llevar el registro de los residuos que se recogen en la ruta selectiva.
“Con la aplicación, sabremos la cantidad de reciclaje entregado por vecino y la compensación de huella de carbono que esa actividad está aportando para la ciudad”, detalló Juan Pablo Santacruz, co fundador de la plataforma Amicomunidad.
La Administración Distrital destaca y apoya este tipo de iniciativas comunitarias que contribuyen a mitigar el cambio climático y ayudan a mantener limpia la ciudad. Se invita a la ciudadanía a replicar estos proyectos y a sumarse con más Acciones de Corazón por Cali.
Paola Andrea Otero Vega