Estoy muy contento de llevar el maillot amarillo. Es una de las prendas más icónicas del ciclismo. Lo he perseguido durante mucho tiempo, y hoy por fin lo he alcanzado. ¡Me siento cómodo de amarillo!
Cuando he cruzado la línea de meta, me sentía decepcionado de haber perdido el sprint. Me ha llevado un ratito darme cuenta de que mi segunda posición significaba que me ponía líder del Tour. Voy a tratar de mantener este maillot amarillo tanto tiempo como sea posible.
Tenemos que ver cómo vamos a disputar las próximas etapas. Hoy me ha quedado claro que mi equipo, Jumbo-Visma, es fortísimo. Hemos evitado las caídas gracias al gran trabajo de todos los compañeros. ¿Una etapa loca? Bueno, la primera etapa del año pasado sí que fue loca. Hoy ha habido mucho más respeto entre los corredores, imagino que debido a las circunstancias. De hecho, íbamos a 30 km/h cuando faltaban 5 para meta a causa del viento de cara, y eso es algo muy raro en una llegada masiva del Tour de Francia. Y luego, claro, ya habéis visto qué ha pasado a 2 de meta…