Al menos 19 de las 61 playas afectadas por el derrame de petróleo ocurrido en enero pasado en una refinería operada por la empresa Repsol en el norte de Lima siguen contaminadas por hidrocarburos, informó este jueves en un comunicado el Ministerio del Ambiente de Perú.
«De los 97 sitios verificados hasta el momento (…) en las zonas afectadas por el derrame de petróleo de Repsol, 61 son playas, y de ellas, diecinueve aún siguen contaminadas por hidrocarburos», señaló la cartera con base en las evaluaciones realizadas por las autoridades ambientales del país en las zonas dañadas por el desastre ecológico.
El Ministerio agregó que, desde que ocurrió el vertido de crudo hace casi siete meses, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEA) ha impuesto a Repsol siete multas coercitivas y una multa de sanción que en total ascienden a 7,85 millones de soles (unos 2 millones de dólares).
Además, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) inició dos procedimientos administrativos sancionadores a la compañía española por contaminación a la diversidad biológica en la Zona Reservada Ancón y la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras.
Estos procedimientos, por los que Repsol podría ser multada por hasta 46 millones de soles (casi 12 millones de dólares o 11,73 millones de euros), se espera que culminen en septiembre próximo, siempre según el Ministerio.
El peor desastre ecológico en la historia de Perú
El derrame ocurrió el 15 de enero pasado, cuando el buque petrolero italiano Mare Doricum descargaba el hidrocarburo de la terminal 2 de la refinería La Pampilla, que opera Repsol en el municipio de Ventanilla, ubicado a unos 20 kilómetros al norte de Lima.
A raíz de esta fuga, que Naciones Unidas calificó como «el peor desastre ecológico en la historia del país», el litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900 barriles.
Debido a la catástrofe ambiental, el Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) presentó una demanda judicial contra la compañía por 3.000 millones de dólares por los daños causados por el derrame y otros 1.500 millones por el daño moral a los consumidores, usuarios y afectados, una cifra que tiene que ser definida por un juez.
Repsol
Por su parte, Repsol, que tachó de «infundada, improcedente e incongruente» la demanda, puso a disposición de la población damnificada un mecanismo de ayuda económica de emergencia que alcanzó a más de 4.600 personas, además del acuerdo firmado con el Gobierno peruano para entregar un anticipo de la indemnización final al padrón de los afectados.
La compañía reportó a las autoridades peruanas el pasado 13 de abril el fin de las acciones de limpieza en 28 playas que, aseguró, fueron «declaradas limpias y listas para el monitoreo respectivo y en espera de la conformidad por parte de la autoridad». EFEverde