NUEVA YORK – De cara a este US Open, los periodistas le preguntaron a Emma Raducanu si sentía la presión de defender su título.
“Creo que probablemente ustedes estén pensando más en la presión y la clasificación que yo”, respondió secamente el joven de 19 años de Gran Bretaña. “Creo que defender un título es algo que la prensa inventa. Solo lo estoy tomando un partido a la vez.
“Cada jugadora es muy capaz en este sorteo. Solo me concentro en lo que estoy haciendo, en mi propia trayectoria. Como dije el año pasado, voy a hacer las cosas a mi manera”.
Funcionó maravillosamente en 2021, cuando ganó sus 10 partidos (incluida la previa) y se convirtió en la primera jugadora de la fase previa en ganar un título de Grand Slam en la Open Era. Fue solo su segundo Slam.
Pero desde entonces, tiene un 15-19 más modesto. Eso incluye la derrota del martes por la noche por 6-3, 6-3 ante Alizé Cornet en el estadio Louis Armstrong. Su ranking, que se disparó al top 10 en julio, pronto caerá fuera del top 75. Si Harriet Dart gana su partido de segunda ronda contra Dalma Galfi, Raducanu será la número 2 británica.
El escrutinio ha sido intenso, pero es un tamaño de muestra pequeño; Raducanu no jugó su primer cuadro principal de la WTA hasta hace menos de 15 meses. En ese entonces, era una wild card en la hierba de Nottingham y ocupaba el puesto número 366 del mundo. Una carrera de octavos de final en Wimbledon lo cambió todo. Venció a dos jugadoras Top 50, Sorana Cirstea y Marketa Vondrousova, y casi redujo su clasificación a la mitad. El US Open la llevó al Top 25.
Este año, Raducanu perdió dos de tres partidos en Washington, D.C. y Toronto, pero se recuperó recientemente en Cincinnati, derrotando a Serena Williams y Victoria Azarenka consecutivamente. Y aunque finalmente cayó ante Jessica Pegula, una jugadora del Top 10, había señales de que, impulsada por el nuevo entrenador Dmitry Tursunov, estaba volviendo a golpeaer con libertad.
A Raducanu le rompieron el servicio tres veces en el primer set, la última vez debido a una doble falta paralizante. Fue 3-3 en el segundo cuando Cornet conectó una hermosa media volea ganadora en el camino hacia su sexto break del servicio de Raducanu.
Un séptimo break fue suficiente para que Cornet cruzara la línea.
«Mi juego en la red fue bastante bueno», dijo Cornet en una entrevista en la pista. «Hice muchas variaciones, creo que eso fue lo que funcionó esta noche».
La francesa de 32 años tiene un historial de algunas victorias oportunas, contra grandes oponentes. Cornet, en el puesto 37 del ranking, ya ha logrado cinco victorias en el Top 20 esta temporada, incluida una victoria sobre la número 1 Iga Swiatek en Wimbledon y una victoria memorable sobre Simona Halep en Melbourne.
«Creo que estoy manejando mejor mis emociones», dijo Cornet. «Supongo que me estoy haciendo vieja, más madura. Se nota en mis resultados. Tengo 32 años, mejor tarde que nunca».
Ella aparece en su cuadro principal de Grand Slam número 63 consecutivo, la carrera más larga en la historia de la Open Era. Cornet viene de semifinales la semana pasada en Cleveland, y anotó su mejor resultado en un Grand Slam al llegar a los cuartos de final en el Abierto de Australia.
Ella se enfrentará a Katerina Siniakova el jueves.
«Vi que he vencido a una campeona de Grand Slam en cada Slam este año», dijo Cornet. «Creo que es una locura. Es genial. Estas jugadoras que admiro, que he estado siguiendo durante mucho tiempo, sabiendo que soy parte de este mundo, que puedo vencerlas en un Slam, no no sé, todavía me siento como una niña a veces».
Hace varias semanas en Toronto, Raducanu sorprendió a los periodistas al decir que esperaba un «borrón y cuenta nueva» de cara a la temporada de otoño.
«Va a ser agradable una vez que termine el US Open». Raducanu dijo, “y puedo continuar desde allí. Empezar de nuevo.»
Deseo concedido. Pon en marcha el reloj.
«En cierto modo, el objetivo se me quitará un poco de la espalda», dijo Raducanu después de la derrota. «Solo tengo otra oportunidad de abrirme camino de regreso allí. He estado haciendo un muy buen trabajo en las últimas seis semanas, especialmente. Estoy ansiosa por poner más de esas semanas juntas de manera consistente, luego veremos qué sucede».
«Creo que jugaré unos 250. Creo que el resto del año es eso. Veremos qué depara el calendario».
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