Un estudio de la Universidad de Girona (UdG) ha detectado microplásticos en un 93 por ciento de los cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis desmarestii) de la costa catalana, una especie vulnerable a la extinción.
Estos pájaros se alimentan de presas que, previamente, han ingerido estas porciones de materiales plásticos de diferente procedencia y menos de cinco milímetros.
El trabajo responde a un proyecto de investigación, denominado DESMARES III, de los grupos de Biología Animal y Biodiversidad y de Recursos Marinos de la UdG, que ha analizado los estómagos y las egagrópilas, unas bolas no digeridas que el cormorán regurgita cada noche, de estas aves.
El 93 por ciento de los aparatos digestivos presentaba microplásticos con el negro como principal color identificado, seguido del rojo y el azul, un dato que puede servir para identificar su origen.
Los animales de la costa de la comarca del Maresme presentan una mayor incidencia en comparación con los de la Costa Brava y se ha determinado que las hembras acumulan más residuos.
Otras detecciones del estudio
El proyecto ha analizado también la presencia en estas aves de metales pesados y ha confirmado que los ejemplares con menos reservas de grasa y, por tanto, más débiles estaban afectados por una mayor cantidad de este tipo de material.
El estudio destaca asimismo la elevada carga parasitaria observada, que pertenecen a una especie -Contracaecum rudolphii- de la que el cormorán marino es huésped definitivo y que no le causan la muerte, aunque le pueden producir estrés y debilitarlo.
Esta investigación se incluye en un proyecto global desarrollado en tres fases y financiado a través de la convocatoria Pleamar del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, gestionada por la Fundación Biodiversidad. EFEverde.