Los modelos meteorológicos están totalmente de acuerdo en que las ráfagas de aire gélido caerán en las llanuras del norte, el medio oeste y el este de los Estados Unidos en los días previos a la Navidad. Parte de este aire, 30 o más grados por debajo del promedio, podría ser el más frío a fines de diciembre en al menos dos décadas.
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Al mismo tiempo, hay mayores probabilidades de tormentas invernales significativas en la mitad este de la nación entre el miércoles y la víspera de Navidad. Si bien está lejos de ser un candado, la Madre Naturaleza puede brindar una Navidad blanca para una franja del medio oeste y el este de los Estados Unidos.
El clima gélido y la posibilidad de nieve coincidirán con una hora pico para los viajeros de vacaciones.
Aproximadamente una semana después, no es posible pronosticar exactamente dónde podría formarse una tormenta y qué áreas verán nieve o lluvia o permanecerán secas. Pero entre el 22 y el 24 de diciembre, la posibilidad de una tormenta significativa entre el medio oeste y la costa este es superior a lo normal.
La puesta en marcha
El modelo estadounidense GFS simula un brote en el Ártico sobre los 48 inferiores. (WeatherBell)
La configuración principal para nuestro posible brote de clima invernal implica una fuerte acumulación de alta presión sobre el Océano Pacífico oriental hacia las Islas Aleutianas de Alaska.
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