El reglamento contra la deforestación importada, el debate sobre las renovables “responsables”, la ley de residuos o el Acuerdo de Kunming-Montreal son algunos hitos que los ecologistas celebran de 2022 y que esperan igualar o mejorar en 2023.
Termina un año marcado por las tensiones de la guerra de Ucrania y de la crisis energética pero que también ha concedido algunas alegrías para el movimiento ecologista; por ejemplo, el acuerdo adoptado en la cumbre de Montreal (COP15) para proteger al menos el 30 % de la biodiversidad, el plan para restaurar Doñana, la nueva ley de residuos o el reglamento europeo para frenar la deforestación importada.
Balance del año
Así lo han recogido las mayores organizaciones ecologistas del país -WWF, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife, llamadas a veces el “G5 ecologista”- en sus respectivos balances del año, en los que incluyen también victorias como el reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del derecho humano universal “a un medioambiente limpio, saludable y sostenible”.
Lo aprobó la Asamblea General de la ONU con una resolución que salió adelante con 161 votos a favor, 0 en contra y 8 abstenciones, y con España como «uno de los países patrocinadores gracias al impulso de la sociedad civil y de la campaña #1Planet1Right”, subrayan desde SEO/BirdLife, ONG que junto a BirdLife International lideró la iniciativa.
Desde las organizaciones ambientalistas también valoran el fondo para pérdidas y daños que la comunidad internacional se comprometió a crear como resultado de la cumbre del clima de Egipto (COP27), reflejo de que los países ricos reconocieran “la necesidad de compensar a los más vulnerables por los daños irreversibles del cambio climático”.
Los conservacionistas destacan entre los logros de 2022 la aprobación de una estrategia para la coexistencia del lobo con las actividades del medio rural, documento que según WWF supone «un importante cambio de paradigma», pues termina con el «obsoleto e ineficaz sistema basado en matar lobos, que se venía aplicando de manera generalizada», para poner el énfasis en la prevención de daños.
Energías renovables
Respecto a la transición energética con la que hacer frente al cambio climático, el movimiento ecologista experimenta un creciente debate sobre las energías renovables, que este año han batido un “máximo histórico” en generación: “La eólica en generación anual e instantánea (con 20.594MW el 22 de noviembre) y la solar en generación anual (superando al 2021 en un 33 %)”, celebran desde Greenpeace.
Pero, en paralelo a este auge, se ha intensificado la resistencia a algunos proyectos de renovables (sobre todo, planteados a gran escala), oposición motivada principalmente por los impactos que estas tecnologías pueden acarrear para la biodiversidad o para el paisaje.
Según lo ha manifestado en reiteradas ocasiones, el G5 ecologista defiende el “más que necesario” desarrollo renovable para dejar atrás los combustibles fósiles y revertir a tiempo el calentamiento global, pero incide en que el despliegue debe respetar «la biodiversidad y la participación de la ciudadanía”.
“Está creciendo muy fuertemente una conciencia entre la ciudadanía de que el sistema energético debe democratizarse, que la energía debe estar en manos de la gente”, señala a EFE la coordinadora de Amigos de la Tierra, Blanca Ruibal, quien enfatiza su apuesta por las comunidades energéticas y también por la reducción del consumo final de energía.
“Que se debe avanzar, y lo más rápido posible, en la implantación de las energías renovables no se discute, pero debe hacerse de forma responsable”, coinciden desde SEO/BirdLife, así como desde Ecologistas en Acción, que achaca la “falta de planificación” en proyectos renovables a la crisis energética y que, frente a la aceleración de la minería extractiva, propone la alternativa del reciclaje de metales.
Para esta organización, otro motivo de celebración es la salida de España el Tratado de la Carta de la Energía, así como el “bloqueo histórico” que ha sufrido este tratado “en su totalidad” pues el Parlamento Europeo ya ha pedido que la UE lo abandone en bloque. EFEverde