Las aves iridiscentes por excelencia son sin duda los colibríes, con colores tan vibrantes y un tamaño diminuto, esta especie se corona como el ave más pequeña de todas. Pero no se deje engañar por su tamaño, ya que son aves asombrosas y de las que podemos aprender mucho; estas son algunas curiosidades de los colibríes.
Los colibríes son aves diminutas que se caracterizan por poseer colores iridiscentes que cambian con el ángulo de refracción de la luz solar. Es por esto que aparentan cambiar sus colores vibrantes y son sumamente bellos.
Otra de las características que los vuelven únicos, es que son la especie migratoria de aves más pequeña de todas, por lo que su vuelo es muy ágil, casi como el de los insectos. De hecho, son los únicos seres alados capaces de volar hacia atrás.
Cuántas especies de colibríes existen
Los colibríes son tan especiales que son las únicas aves de la familia Trochilidae. A la fecha se conocen más de 350 especies de colibríes en todo el mundo, aunque se cree que esta cifra podría aumentar ya que existen aves que no han sido clasificadas todavía debido a que viven en regiones aisladas en donde es muy difícil acceder. Aunque también está la contraparte, en donde al menos dos especies han desaparecido de la lista de colibríes debido a la extinción.
La palabra Trochilidae que describe a la familia de los colibríes, proviene de la palabra griega que Aristóteles utilizó para un pájaro pequeño que muchos creen, podría tratarse del reyezuelo europeo.
Estos animales pintorescos son tan pequeños que apenas si pesan entre 2.5 y 6.5 gramos. Incluso el colibrí más pequeño conocido, el colibrí abeja de Cuba, oscila entre 1.6 y 1.9 gramos de peso, es tan diminuto que queda empequeñecido ante algunos tipos de insectos, pues la mitad de su longitud total de 5.5 centímetros está constituida por su pico y su cola.
Una alimentación especial
Este tipo de aves son de las pocas especies de aves polinizadores que existen, pues se encargan de esparcir el polen entre la naturaleza y así se crea un ciclo de vida sempiterno para la reproducción de las flores. Aunque hay que decir que el néctar floral no es lo único de lo que se alimentan, tienen una dieta rica en nutrientes, savia e insectos también.
Entre los insectos que pueden comer están las arañas, huevos de insecto y otras especies de insectos pequeños que les aportan la proteína necesaria que requieren para mover sus alas a velocidades tan rápidas.
A qué velocidad mueven sus alas
Los colibríes son aves sumamente veloces, de ahí que tienen la capacidad de batir sus alas tan rápido que les permite moverse en todas direcciones incluido hacia atrás. Son los únicos seres alados con esta capacidad, es decir, que entre aves e insectos, los colibríes son los únicos que pueden moverse hacia atrás mientras están en el aire.
La velocidad a la que baten sus alas depende intrínsecamente del tipo de especie, por ejemplo los colibríes gigantes suelen ser los más lentos entre todos, pero aún así es impresionante que puedan batir sus alas 12 veces por cada segundo. Muchas otras especies son más rápidas, con un promedio de entre 50 y 80 batidos por segundo, razón por la que las alas se vuelven borrosas ante el ojo humano. Pero en los casos más rápidos, pueden alcanzar hasta 200 batidos de alas en tan sólo un segundo.
Ritmo cardiaco veloz
El corazón de estas diminutas aves puede ser sumamente pequeño, pero eso no le impide moverse a velocidades vertiginosas, un colibrí puede alcanzar hasta 1,200 latidos por minuto, esto es 20 latidos por segundo. Sus corazones son demasiado pequeños para que el humano pueda escucharlos, pero laten tan rápido que si tuviéramos la capacidad de percibirlos, sólo escucharíamos un zumbido.
Se trata de aves asombrosas que sin duda encantan a cualquiera que tenga la oportunidad de admirarlos, además detrás de ellos existe una hermosa leyenda que habla del amor y belleza natural.
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