Desde hace un año algo extraño ha estado sucediendo en las costas de Francia, millones de gránulos de plástico del tamaño de una lenteja, también conocidos como ‘lágrimas de sirena’, han estado invadiendo las playas francesas. No se sabe exactamente el origen de las partículas de plástico, pero las autoridades están tomando muestras para culpar a los responsables del desastre ecológico.
Qué son las ‘lágrimas de sirena’
Las lágrimas de sirena son un material cuyo nombre metafórico y eufémico está matando a los ecosistemas marinos. También llamados ‘nurdles’, se trata de pequeñas bolitas de plástico que miden entre 1 y 5 milímetros y que son la materia básica para la creación de artículos plásticos más grandes. A partir de la fundición de las lágrimas de sirena es que se obtienen otros productos plásticos de mayor tamaño.
Están clasificados como microplásticos primarios al igual que las perlas utilizadas en la industria cosmética y tienen ese tamaño tan pequeño por una razón; de esta forma se les puede transportar de manera fácil hacia las distintas fábricas de plástico en todo el mundo en donde luego se transforman en distintos productos plásticos.
‘Lágrimas de sirena’ están invadiendo las costas de Francia
Desde hace un año algo inusual ha estado sucediendo en las playas de Francia, un sinnúmero de partículas de lágrimas de sirena están apareciendo en la arena y han levantado preocupación ante los medioambientalistas y las autoridades francesas.
Bretaña, Finistère, Sables d’Olonne y Pornic, son tan sólo algunas de las playas francesas que han sido invadidas por millones de partículas plásticas. Se cree que las corrientes cambiantes y los vientos tempestuosos del invierno han provocado que la afluencia de microplásticos llegue hasta las costas en los últimos meses. No obstante, no se sabe de dónde vienen estos gránulos en primer lugar.
Las autoridades francesas han decidido hacer un análisis de muestreos de lágrimas de sirena aparecidas en sus playas, para determinar el origen y el responsable del desastre natural que afectará profundamente al ecosistema marino.
“Es muy posible que uno o más contenedores cargados de gránulos de plástico se hayan perdido en el Atlántico Norte y estén derramando su carga en playas adyacentes o liberados de un contenedor que ya se perdió hace algún tiempo”, afirmó Cristina Barreau, oficial de investigación de microplásticos de Surfrider Foundation Europe, una organización ambiental sin fines de lucro.
Desastre ambiental imborrable
Surfrider Foundation Europe se ha estado encargando de la limpieza de las playas francesas, pero ha advertido que es una tarea casi imposible debido al tamaño tan pequeño de las partículas de lágrimas de sirena. La organización tildó al hecho como una ‘pesadilla ambiental’ similar a un derrame de petróleo, salvo que el microplástico es menos visible y por lo tanto, no es un daño que salte a primera vista, aunque es un asesino silencioso de los ecosistemas.
Un portavoz de la organización dijo que “es un poco vanidoso imaginar que podemos descontaminar [la playa]… porque esta es una contaminación muy irreversible”, haciendo referencia a la gran dificultad para filtrar todo el contenido de microplásticos que se han infiltrado en las playas francesas.
Diversas asociaciones medioambientalistas han exhortado a las autoridades europeas a reducir la producción de plástico a través de regulaciones más estrictas, ya que el material se está convirtiendo en un verdadero problema tanto ambiental, como de salud. Las investigaciones más recientes han encontrado microplásticos en los lugares más recónditos del planeta, en los insectos e incluso en la sangre humana.
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