Las aguas subterráneas son un componente significativo del ciclo hidrogeológico, y los acuíferos son una unidad hidrológica importante. En el planeta, las aguas subterráneas representan 98% del agua dulce no congelada. En la naturaleza, las aguas subterráneas son responsables de muchos procesos geológicos y geoquímicos y sostén de varias funciones y servicios ecológicos. Las aguas subterráneas deben integrarse en la dimensión económica, social y ambiental de los recursos hídricos. Muchas personas dependen de las aguas subterráneas como suministro de agua potable y para garantizar la
seguridad alimentaria y la vida sustentable. Las aguas subterráneas también pueden tomarse en cuenta como una fuente segura de agua para beber en regiones áridas y semiáridas, así como en islas pequeñas e incluso en situaciones de emergencia.Ocultar texto
El uso de las aguas subterráneas ha aumentado significativamente durante los últimos cincuenta años debido a su presencia generalizada, alta confiabilidad durante épocas de sequía, buena calidad en la mayoría de los casos, y también por los avances en cuanto a conocimiento hidrológico, desarrollo de tecnologías modernas de perforación y bombeo y a los generalmente modestos costos de desarrollo.
Durante las fases previas del PHI, los programas y proyectos de aguas subterráneas contribuyeron a mejorar el conocimiento sobre aguas subterráneas y acuíferos en todo el mundo. Las colaboraciones con el GEF, lo mismo que con otras organizaciones de la ONU, instituciones científicas y universidades, contribuyeron a mejorar el conocimiento a nivel mundial sobre las aguas subterráneas, sus recursos y sistemas acuíferos. Como resultado de estas actividades de colaboración científica, hoy en día se cuenta con un entendimiento aceptablemente bueno sobre los acuíferos someros, los métodos para la evaluación y el desarrollo de los recursos de hídricos subterráneos, la recarga artificial, la contaminación de las aguas subterráneas y la metodología de cartografía hidrogeológica. Sin embargo, aún enfrentamos muchos desafíos, como la complejidad de los sistemas acuíferos, el creciente riesgo global de agotar las aguas subterráneas, contaminación y deterioro de la calidad del agua, la creciente demanda de recursos hídricos subterráneos para agua potable, la potencial influencia del cambio climático en los sistemas de agua subterránea y la resiliencia de las comunidades y poblaciones que dependen de los recursos hídricos subterráneos. Estos desafíos requieren de estudio e investigación exhaustiva, implementación de nuevas metodologías con base científica y de la aprobación de los principios para un manejo integrado y un sistema de protección ambientalmente sólido de los recursos hídricos subterráneos.