Quito, 14 feb (EFE).- Ecuador cuenta con un segundo corredor de conectividad, el Llanganates-Sangay, una zona de importancia regional para la protección de la biodiversidad y la provisión de servicios ambientales, informó el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE).
El Ministerio recordó que los corredores son reconocidos como Áreas Especiales para la Conservación de la Biodiversidad, dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
El segundo Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay (CELS) es una estrategia de conservación liderada por el MAATE y los gobiernos locales de las provincias de Pastaza, Tungurahua y Morona Santiago.
Cuentan con la asistencia técnica del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el apoyo de Fundación Hempel Dinamarca y la Cooperación Belga para el Desarrollo.
El nuevo Corredor, que se suma al Sangay-Podocarpus, conecta a dos áreas protegidas, el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sangay, y tiene una superficie de 92.148 hectáreas.
Está ubicado entre la cordillera de los Andes y la cuenca amazónica, conocida como Piedemonte Andino-Amazónico, punto estratégico de importancia biológica de la región con una alta densidad de especies únicas y cuencas hidrográficas.
DECENAS DE ESPECIES
El ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, detalló que en el segundo corredor “habitan 285 especies de mamíferos y reptiles, de los cuales no se encuentran en otros lados del mundo, además en los últimos meses, se han descrito 40 nuevas especies incorporadas a la ciencia, pues este corredor es un gran laboratorio vivo”.
“El área ofrece todo lo que necesitan para asegurar su sobrevivencia a largo plazo, lo que a su vez significa salud para los bosques, ecosistemas y una alta diversidad biológica”, dijo.
De su lado, Tarsicio Granizo, director de WWF en Ecuador, señaló que “sin el esfuerzo de investigación y colaboración conjunta, habría sido imposible tener la información científica, técnica y la suma de voluntades para generar este corredor”.
El CELS es un paso natural que conecta el páramo con la selva. Este espacio de tierra, montañas y ríos alberga un sinnúmero de aves, mamíferos, anfibios, reptiles, invertebrados, peces, flores y es el hogar de especies emblemáticas como el tapir de montaña, oso andino, jaguar y el puma.
Durante el 2022, en este territorio se describieron al menos tres nuevas especies de ranas y más de 50 especies de orquídeas únicas en el mundo, además se identificó 651 especies de aves.
Por tal motivo, este corredor ha sido reconocido como Área Especial de Conservación, indicó el Ministerio de Ambiente.
TERRITORIOS VIVOS
Con la declaratoria de un corredor de conectividad se consolidan territorios vivos, conservados, diversos, ordenados y capaces de asegurar la vida, el bienestar de la gente y de los ecosistemas a lo largo del tiempo, recordó el Ministerio.
Su importancia radica en la posibilidad que tienen de aportar criterios de conectividad al ordenamiento territorial, el establecimiento de áreas específicas y planes de manejo para la conservación y actividades productivas en la zona que contribuye a un desarrollo sostenible e inclusivo.
La consolidación de esta estrategia de conservación se debe a un proceso de participación articulado y sostenido, desde el 2020, entre el Ministerio de Ambiente y varios actores en el territorio, dentro de los que se incluyen prefecturas y municipios, así como universidades, instituciones, organizaciones de conservación y empresas públicas y privadas, comunidades, entre otros. EFE
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