Llevado por un estratosférico Kylian Mbappé, récord y decisivo en los tres goles, el Paris Saint-Germain logró permitirse el Clásico al arrasar al Marsella, durante la jornada 25 de la Ligue 1 (0-3). Recuerdo de esta sabrosa victoria!

Llevados por el viento de la revuelta y el deseo de venganza, nuestros parisinos encontraron a su rival marsellés para un duelo en lo más alto. Una feroz lucha entre los dos mejores alumnos del campeonato de Francia. Y para hacer frente a la adversidad, Christophe Galtier tuvo que componer un once remodelado siguiendo los paquetes de Neymar Jr, Achraf Hakimi o Renato Sanches. Fue con una animación de tres centrales que el Rouge et Bleu inició este encuentro en el ambiente hostil del Vélodrome. Kylian Mbappé y Leo Messi se alinearon en la vanguardia para intentar socavar a los sureños.

¡Al espectáculo! Con una observación muy clara: cada duelo, cada contacto reflejaba la animosidad entre los dos equipos. Y en ese contexto, nuestras parisinas demostraron su carácter desde el inicio, con mucha presión, velocidad y fluidez, nuestro equipo mostró mucha personalidad en esta batalla. Desde las aceleraciones relámpago de Mbappé hasta los desbordes de Messi, pasando por la capacidad de Verratti para salir de la presión o los desbordes de Nuno Mendes, ¡la Rojiazul estuvo en el tono justo! Acostumbrados a los vientos en contra en las últimas semanas, nuestros parisinos sin embargo tuvieron que lidiar con la lesión de Kimpembe desde el primer cuarto de hora. Un auténtico varapalo, que nuestros parisinos superaron con redoblado esfuerzo, bien apoyados por Danilo Pereira que vino a echar una mano a la dupla Ramos-Marquinhos.

¡Y esta determinación ejemplar se materializó en una partitura de apertura bien ejecutada! En un contraataque maravilloso, Kylian Mbappé desató una llamada de balón excepcional y Messi la agarró perfectamente, mostrando su ciencia del movimiento en el ancho y luego en la profundidad… ¡cuerpo para concluir con un tiro raso en la pequeña red! (0-1, 25). Espléndido.

¡Un empujón antes del tiro de gracia, sólo 4 minutos después para el gol del descanso! El pasador y el delantero se intercambiaron los roles, ya que fue el francés quien sirvió en el suelo al argentino, que empujó el cuero al fondo de la red sin dudarlo (0-2, 29º). En un primer arranque completamente desenfrenado, nuestros parisinos podrían incluso haber matado el partido, haciendo temblar el Vélodrome en nuevas ocasiones claras, firmadas a su vez por Mbappé, Messi o ¡incluso Marquinhos! Nuestro Rouge et Bleu todavía lo tenía bajo los tacos, y planeaba mostrarlo después del descanso…

Así que sí, inevitablemente, al volver del vestuario, los hombres de Igor Tudor lógicamente intentaron rebelarse. La electricidad no se había apagado, y la intensidad en cada duelo seguía igual de palpable… Pero Kylian Mbappé había decidido mostrarles todos los colores. ¡Y para ir con su doble! Al realizar un magnífico pase sobre la defensa marsellesa de Messi, el n°7 disparó una volea imparable desde la izquierda, igualando a Edinson Cavani como máximo goleador de la historia del Paris Saint-Germain (0-3, 55º).

Con el 0-3, si lo más difícil ya estaba hecho, ahora había que concluir por todo lo alto. Y eso hicieron nuestros jugadores, defendiendo el marcador todos juntos, como un solo hombre. Recordaremos la imagen de un Marquinhos furioso, o el puño de hierro de Donnarumma, además imperial al ofrecer dos espléndidas paradas en su línea, en un cabezazo de Sánchez (65º) y luego en un remate de Vitinha (90º).

Este domingo por la noche, los hombres de Christophe Galtier estuvieron a la altura, en cada línea, en cada gesto, para barrer a sus rivales y consolidar aún más su liderazgo en la cima del campeonato dejando a los marselleses en el espejo retrovisor. Fue un gran partido de fútbol. Y una fecha que quedará como un hito en la gloriosa historia de un jugador excepcional. Llevada por su héroe, París resistió al enemigo. Y París se libera.