Casas inundadas, cultivos arrasados y dificultad para trasladarse de un lugar a otro. Estos son algunos de los problemas que enfrentan las comunidades que viven cerca al río Magdalena. Un proyecto arquitectónico e hidrológico propone retomar esas zonas inundables para volverlas espacios seguros en los que se impulse el turismo y se destaque la belleza de la naturaleza, e incluso de la gastronomía.

3 de marzo de 2023

Óscar Javier Laverde Robayo | Periodista Unimedios – Sede Manizalesshare

Escenario habitual de Puerto Salgar en temporada de lluvias que generan crecientes en el río Magdalena. Fuente: Secretaría de Infraestructura Municipal.Escenario habitual de Puerto Salgar en temporada de lluvias que generan crecientes en el río Magdalena. Fuente: Secretaría de Infraestructura Municipal.

Puerto Salgar, municipio del nororiente de Cundinamarca, ha sido históricamente reconocido por su patrimonio artístico, de infraestructura, y por su importante producción de ganado y plátano; sin embargo, sufre las consecuencias de las crecientes del río Magdalena –en general de tipo lento– que se dan por fuertes lluvias y por la apertura de las compuertas de los embalses aguas arriba. Las inundaciones en el borde del casco urbano afectan especialmente a los barrios 1 de Mayo y Antonio Nariño, lo mismo que a las zonas de las antiguas instalaciones del ferrocarril, las bodegas fluviales de Cormagdalena y parte de la Base Aérea Capitán Germán Olano.

El ingeniero civil Freddy Leonardo Franco Idárraga, doctor en Medio Ambiente Urbano y docente de la facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, señala que “estás inundaciones son producto de la naturaleza, sumadas a las acciones antrópicas (mano del hombre) como consecuencia del funcionamiento de los embalses, y en el poblado por los alcantarillados y caños tapados por basuras y desechos agrícolas, que con la subida del nivel del agua en el río generan un flujo inverso que retorna el agua residual, ahora mezclada con la del río, a inundar el municipio”.

Los habitantes del barrio 1 de Mayo llegaron hace décadas a invadir el territorio fluvial, por lo que cuando hay crecientes pierden sus bienes e incluso ponen en riesgo sus vidas. Frente a esta problemática, investigadores de la UNAL Sede Manizales diseñaron un proyecto urbanístico con un amplio sustento en temas topográficos, geológicos, geotécnicos, hidrológicos e hidráulicos, el cual consiste en construir un parque en la zona inundable.

Esta será un área abierta, arbolada, con espacios para trotar y caminar, desarrollar actividades educativas, comerciales y culturales. La particularidad de este “parque inundable” es que cuando crezca el río, será un espacio seguro ya que parte de la infraestructura está ubicada sobre la cota de inundación, mientras otra permanece sumergida, y aunque el sistema permite la entrada del agua, ya no ocasionará daños o pérdidas.

El proyecto se ha adelantado de la mano con las autoridades locales y pretende posicionar turísticamente el territorio salgareño procurando una entrada económica más que beneficie a la comunidad. A pesar de que el proyecto generará desarrollo, los habitantes de la zona fluvial invadida no ocultan su molestia, ya que deberán salir de dicho espacio; sin embargo, se busca ejecutar el proyecto a través del diálogo.

El diseño es liderado por el ingeniero Franco, quien también estuvo a cargo del enrocado en el vecino municipio de La Dorada (Caldas), al otro lado del río Magdalena, proyecto concluido y a punto de iniciar las obras urbanísticas del “Malecón de La Dorada”.

Propuesta de diseño

El diseño urbanístico-arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto e ingeniero civil Wilber Pierre Sánchez Murcia, de la UNAL Sede Manizales, quien propone que el frente fluvial de Puerto Salgar incluya zonas de cultura, reencuentro social y deporte, con una extensión mínima de 400m lineales y una longitud creciente hacia adentro del casco urbano, pues en el futuro se espera incluir las áreas de las antiguas instalaciones del ferrocarril como espacios culturales para la población.

Plano arquitectónico del parque lineal “inundable” destinado para Puerto Salgar. Fuente: Freddy Leonardo Franco Idárraga y Wilber Pierre Sánchez Murcia.Plano arquitectónico del parque lineal “inundable” destinado para Puerto Salgar. Fuente: Freddy Leonardo Franco Idárraga y Wilber Pierre Sánchez Murcia.

El parque contará con ciclorruta, circuito de trote, canchas, zona de graderías y espacios para apreciar el Magdalena al atardecer, viendo hacia el vecino municipio de La Dorada; además habrá una terraza con módulos comerciales, junto con un muelle turístico y zonas pasivas para compartir bajo la sombra de los árboles, y áreas de parqueadero.

Los materiales recomendados para esta construcción son concreto y acero –para una mayor resistencia al agua–, madera tratada en las terrazas comerciales por estar implantadas dentro de una zona con muchos árboles, y para los senderos adoquines y gramoquín, materiales y técnicas constructivas que al ponerse en obras deberán ser aprobados por especialistas que evalúen su resistencia a las inundaciones.

Render visual hiperrealista de cómo se vería construido el parque al final de la obra. Fuente: Wilber Pierre Sánchez Murcia, arquitecto e ingeniero civil de la UNAL Sede Manizales.Render visual hiperrealista de cómo se vería construido el parque al final de la obra. Fuente: Wilber Pierre Sánchez Murcia, arquitecto e ingeniero civil de la UNAL Sede Manizales.

Proyecto que de paso busca solucionar problemas de acumulación de basuras vertidas por los pobladores y sedimentos arrastrados por la corriente y que unidas se acumulan en el borde del río generando erosión de orilla; además de la carencia de un sistema de recolección y tratamiento de aguas residuales, el cual se le está proponiendo a la municipalidad para que lo aborde en el marco del Plan municipal de Saneamiento y Manejo de Vertimientos.

Proyección

La construcción de este parque busca conectar la zona urbana con la orilla del río de una manera más desarrollada y urbanística, en la que la inundación forme parte del parque y no sea un problema. La inspiración han sido proyectos en Nueva York, Shangái, Seattle, Alicante, Munich, Madrid y en Colombia la conocida Ronda del Sinú en Montería (Córdoba), con modernas técnicas fluviales que en el mundo se conocen como: River Restoration, Natural Flood Management, Nature Based Solutions, etc.

Render de las áreas transitables y resistentes ante un evento de inundación en Puerto Salgar. Fuente: Wilber Pierre Sánchez Murcia, arquitecto e ingeniero civil de la UNAL Sede Manizales.Render de las áreas transitables y resistentes ante un evento de inundación en Puerto Salgar. Fuente: Wilber Pierre Sánchez Murcia, arquitecto e ingeniero civil de la UNAL Sede Manizales.

Con el proyecto urbanístico se respetarán los individuos arbóreos presentes e incluso se ampliarán por la necesaria sombra que generan (Puerto Salgar se considera el municipio más cálido de Colombia) para lo cual se realizó un inventario encontrando casi 500 ejemplares en la zona de trabajo (65% especies nativas, 30% exóticas y 5% desconocidas) con gran presencia de mangos, samanes, almendros y mamoncillos con alturas entre 5 y 9 m.

Estudio previo del territorio

Antes de los renders del parque, fue necesario conocer el territorio, antecedentes, topografía-batimetría, usos del suelo, geología, geomorfología, geotécnia, hidrología e hidráulica, lo cual se consolidó en 7 documentos técnicos entregados a la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) y la administración municipal como pasos necesarios para la definición de las obras civiles, arquitectónicas y urbanísticas.

Los antecedentes se recopilaron gracias a diversos proyectos en el área, de las alcaldías de Puerto Salgar y La Dorada, las gobernaciones de Cundinamarca y Caldas, así como la CAR y Corpocaldas, teniendo muy presentes los cambios que ha tenido el río en los últimos 80 años, las curvas y el movimiento de este, así como la influencia del cerro de la Barrigona y la laguna El Coco.

En la fase hidrológica del trabajo se abordó la serie de datos del Ideam de casi 80 años que registran los niveles máximos y mínimos, notando que en una década (2008 a 2017) se presentaron las máximas variaciones en el río, tres crecientes máximas (2008, 2011 y 2017) y el menor de los mínimos caudales en 2016. “Esto derivado de la variabilidad climática, el cambio climático y el hydropeaking (funcionamiento de los embalses” menciona el ingeniero Franco.

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