INTERLAKEN, Suiza, – Existen diversas opciones viables y eficaces para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático provocado por el ser humano, las cuales están disponibles en la actualidad, según afirmaron los científicos en
el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),
publicado hoy.
“La incorporación de una acción climática eficaz y equitativa no solo reducirá las pérdidas y los
daños para la naturaleza y las personas, sino que también aportará mayores beneficios”, aseveró
Hoesung Lee, Presidente del IPCC. “En el Informe de síntesis, se destaca que urge tomar medidas
más ambiciosas y se demuestra que, si actuamos ahora, aún es posible garantizar un futuro
sostenible y habitable para todos”.
En 2018, el IPCC puso de relieve la escala sin precedentes del desafío que suponía limitar el
calentamiento a 1,5 °C. Cinco años después, el desafío es aún mayor debido al aumento constante
de las emisiones de gases de efecto invernadero. El ritmo y la escala de las medidas adoptadas
hasta el momento, así como de los planes actuales, son insuficientes para hacer frente al cambio
climático.
La quema de combustibles fósiles y el uso desigual e insostenible de la energía y las tierras
durante más de un siglo han provocado un calentamiento global de 1,1 °C por encima de los
niveles preindustriales. Como resultado, se han producido fenómenos meteorológicos extremos
más frecuentes y más intensos que han generado impactos cada vez más peligrosos en la
naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo.
Cada aumento del calentamiento se traduce en peligros que se agravan rápidamente. Las olas de
calor de mayor intensidad, las lluvias más fuertes y otros fenómenos meteorológicos extremos
exacerban los riesgos para la salud humana y los ecosistemas. En todas las regiones, el calor
extremo está causando la muerte de personas. Se prevé que la inseguridad alimentaria y la
inseguridad hídrica asociadas al clima se incrementarán debido al aumento del calentamiento.
Cuando los riesgos se combinan con otros fenómenos adversos, como las pandemias o los
conflictos, resulta aún más difícil controlarlos.

  • 2 –
    Las pérdidas y los daños en primer plano
    En el informe, aprobado durante una reunión de una semana de duración celebrada en Interlaken,
    se hace especial hincapié en las pérdidas y los daños que ya se han ocasionado y que continuarán
    en el futuro, los cuales perjudican especialmente a las personas y los ecosistemas más
    vulnerables. La adopción de las medidas adecuadas en la actualidad puede dar lugar a un cambio
    transformador esencial para lograr un mundo sostenible y equitativo.
    “La justicia climática es crucial porque quienes menos han contribuido al cambio climático se ven
    afectados de forma desproporcionada”, explicó Aditi Mukherji, una de los 93 autores del Informe de
    síntesis, el capítulo final del Sexto Informe de Evaluación del IPCC.
    “Casi la mitad de la población mundial vive en regiones que son muy vulnerables al cambio
    climático. En la última década, el número de víctimas mortales como consecuencia de
    inundaciones, sequías y tormentas fue 15 veces más alto en las regiones muy vulnerables”, añadió
    Mukherji.
    En esta década, la acción acelerada para adaptarse al cambio climático es indispensable para
    reducir la brecha entre las medidas de adaptación en vigor y las que se necesitan. Por otra parte, a
    fin de limitar el calentamiento a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, es preciso lograr
    reducciones drásticas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en
    todos los sectores. Las emisiones ya deberían haber disminuido y será necesario reducirlas casi a
    la mitad de aquí a 2030, si se desea limitar el calentamiento a 1,5 °C.
    Un claro camino por recorrer
    La solución radica en el desarrollo resiliente al clima. Ello implica integrar las medidas de
    adaptación al cambio climático con acciones orientadas a reducir o evitar las emisiones de gases
    de efecto invernadero, de manera tal que aporten mayores beneficios.
    Por ejemplo, el acceso a las energías y las tecnologías limpias mejora la salud, especialmente en
    el caso de las mujeres y los niños; la electrificación con bajas emisiones de carbono, los
    desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y
    las oportunidades de empleo, a la vez que fomentan la equidad. Los beneficios económicos para la
    salud humana derivados solo de la mejora de la calidad del aire serían aproximadamente iguales, o
    quizás incluso superiores, a los costos que implican reducir o evitar las emisiones.
    El desarrollo resiliente al clima se torna cada vez más difícil con cada aumento del calentamiento.
    Por este motivo, las decisiones que se tomen en los próximos años serán fundamentales para
    determinar nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
    Para que esas decisiones resulten eficaces, deben estar basadas en nuestros diversos valores,
    opiniones y conocimientos, incluidos los conocimientos científicos, indígenas y locales. Este
    enfoque facilitará el desarrollo resiliente al clima y generará soluciones adecuadas a nivel local y
    aceptables desde una perspectiva social.
    “Los mayores avances en materia de bienestar podrían lograrse al priorizar la reducción de los
    riesgos climáticos en las comunidades marginadas y de bajos ingresos, incluidas las personas que
    viven en asentamientos informales”, expresó Christopher Trisos, uno de los autores del informe. “La
    acción climática acelerada solo se concretará si se aumenta considerablemente la financiación. La
    financiación insuficiente y asignada incorrectamente frena el avance”.
  • 3 –
    La facilitación de un desarrollo sostenible
    Existe suficiente capital en el mundo para disminuir rápidamente las emisiones de gases de efecto
    invernadero si se reducen los obstáculos existentes. Para lograr los objetivos climáticos a escala
    global, es importante aumentar la financiación destinada a las inversiones en la esfera del clima.
    Los gobiernos, mediante la financiación pública y unas señales claras a los inversionistas, son
    fundamentales a la hora de reducir estos obstáculos. Los inversionistas, los bancos centrales y los
    reguladores financieros también pueden aportar su contribución en este sentido.
    Existen medidas de política de eficacia comprobada que pueden ayudar a lograr una reducción
    drástica de las emisiones y a impulsar la resiliencia al clima si se amplían y se aplican de manera
    más generalizada. El compromiso político, las políticas coordinadas, la cooperación internacional,
    la administración de los ecosistemas y la gobernanza inclusiva revisten importancia para propiciar
    la acción climática eficaz y equitativa.
    Si se comparten las tecnologías, los conocimientos especializados y las medidas de política
    adecuadas, y se aporta de inmediato la financiación suficiente, cada comunidad puede reducir o
    evitar el consumo con altas emisiones de carbono. Al mismo tiempo, mediante una inversión
    considerable en las medidas de adaptación, es posible evitar los crecientes riesgos, especialmente
    en el caso de los grupos y las regiones vulnerables.
    El clima, los ecosistemas y la sociedad están interconectados. La conservación eficaz y equitativa
    de entre el 30 % y el 50 %, aproximadamente, de los recursos terrestres, marinos y de agua dulce
    de la Tierra ayudará a garantizar la salud del planeta. Las zonas urbanas ofrecen una oportunidad
    a escala global para fomentar una acción climática ambiciosa que contribuya al desarrollo
    sostenible.
    A través de los cambios en el sector alimentario, la electricidad, el transporte, la industria, los
    edificios y el uso de la tierra, se pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al
    mismo tiempo, estos cambios pueden ayudar a las personas a llevar un estilo de vida con bajas
    emisiones de carbono, lo cual también promoverá la mejora de la salud y el bienestar. Con un
    mayor conocimiento de las consecuencias del consumo excesivo, las personas pueden tomar
    decisiones mejor fundamentadas.
    “Es más probable que los cambios transformadores prosperen cuando existe confianza, cuando
    todos colaboran para priorizar la reducción de los riesgos, y cuando los beneficios y las cargas se
    comparten de forma equitativa”, sostuvo Lee. “Vivimos en un mundo diverso en el que cada
    persona tiene diferentes responsabilidades y distintas oportunidades para generar cambios.
    Algunas personas pueden realizar una gran contribución, mientras que otras necesitarán apoyo
    para gestionar el cambio”.

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Equivalentes de la escala de temperatura:
1,1 °C = 2,0 °F
1,5 °C = 2,7 °F
Para más información, diríjase a:
Oficina de Prensa del IPCC: [email protected]
Lance Ignon, especialista en comunicaciones del Informe de síntesis: [email protected]

  • 4 –
    El Informe de síntesis del IE6 en cifras
    Observaciones de revisión: 6 841
    Gobiernos: 47 (21 países desarrollados, 2 economías en transición, 22 países en desarrollo,
    2 pequeños Estados insulares en desarrollo)
    Observaciones formuladas por los gobiernos: 6 636 (1 814 relativas a las figuras, 4 822 relativas al
    texto)
    Observadores: 5
    Observaciones formuladas por los observadores: 205
    Miembros del equipo de redacción principal: 49
    Editores-revisores: 9
    Autores del equipo de redacción ampliado: 7
    Autores contribuyentes: 28
    Mujeres: 41
    Hombres: 52
    Autores de países en desarrollo: 37
    Autores de países desarrollados: 56
    Sobre el IPCC
    El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es el órgano de las
    Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático.
    Fue establecido en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
    (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a fin de que facilitase a los dirigentes
    políticos evaluaciones científicas periódicas sobre el cambio climático. El IPCC tiene 195 Estados
    Miembros que son miembros de las Naciones Unidas o de la OMM.
    Miles de personas de todo el mundo contribuyen a la labor del IPCC. En el caso de los informes de
    evaluación, los expertos ofrecen voluntariamente su tiempo como autores del IPCC para evaluar
    los miles de artículos científicos que se publican cada año, con el fin de elaborar un resumen
    exhaustivo de lo que se sabe sobre los factores que impulsan el cambio climático, sus impactos y
    futuros riesgos, y sobre la forma de reducir dichos riesgos mediante la adaptación y la mitigación.
    La revisión abierta y transparente realizada por expertos y Estados Miembros constituye una parte
    esencial del proceso del IPCC que facilita una evaluación objetiva y completa y refleja un amplio
    abanico de opiniones y conocimientos especializados.
    El IPCC cuenta con tres grupos de trabajo, a saber: el Grupo de Trabajo I, que se encarga de las
    bases físicas del cambio climático; el Grupo de Trabajo II, que se centra en los impactos, la
    adaptación y la vulnerabilidad relacionados con el cambio climático; y el Grupo de Trabajo III, que
    se ocupa de la mitigación del cambio climático. También tiene un Grupo Especial para los
    Inventarios de Gases de Efecto Invernadero, que elabora metodologías para medir las emisiones y
    las remociones.
    Las evaluaciones del IPCC brindan a los gobiernos, en todos los niveles, información científica que
    pueden utilizar para elaborar las políticas climáticas. También constituyen una contribución
    fundamental en las negociaciones internacionales encaminadas a afrontar el cambio climático. Los
    informes del IPCC se elaboran y se revisan en diversas fases para garantizar la exactitud, la
    objetividad y la transparencia.
    Sobre el sexto ciclo de evaluación
    El Informe de síntesis es el último capítulo del Sexto Informe de Evaluación del IPCC y fue
    adoptado en Interlaken (Suiza), el 19 de marzo de 2023, por los 195 Estados Miembros del IPCC.
    En el Informe de síntesis, que está compuesto por un Resumen para responsables de políticas y un
    informe más extenso, se resumen las conclusiones de tres informes anteriores de los grupos de
    trabajo y tres informes especiales.
  • 5 –
    El IPCC publica evaluaciones científicas exhaustivas cada seis o siete años. El informe anterior, el
    Quinto Informe de Evaluación, se finalizó en 2014 y proporcionó la principal aportación científica al
    Acuerdo de París.
    El IPCC, en su 41ª reunión, celebrada en febrero de 2015, decidió que elaboraría el Sexto Informe
    de Evaluación (IE6). En su 42ª reunión, celebrada en octubre de 2015, eligió una nueva Mesa,
    compuesta por el Presidente y los Vicepresidentes del IPCC, los copresidentes y vicepresidentes
    de los Grupos de Trabajo, y los copresidentes del Grupo Especial. En su 43ª reunión, celebrada en
    abril de 2016, el IPCC decidió que elaboraría tres informes especiales, un informe metodológico y
    el IE.

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