El lema de este año refleja la importancia de los esfuerzos encaminados a incluir unos Objetivos de Desarrollo Sostenible en la agenda de las Naciones Unidas para después de 2015.
El destino de la humanidad depende de la diversidad biológica, de la riqueza y variedad de los seres vivos del planeta. Es esencial para el desarrollo sostenible y para el bienestar de los humanos, y clave para reducir la pobreza.
Más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1600 millones dependen de los bosques. La degradación de nuestro planeta y la pérdida de biodiversidad amenazan el sustento de más de 1000 millones de personas que viven en zonas secas y subhúmedas.
Por todo ello, es importante que las estrategias para la protección de la biodiversidad también incluyan medidas para la protección de la pobreza y la promoción de un desarrollo sostenible.