Igual que en las semifinales de Polonia 2019, República de Corea se impuso sobre la Tri.

11 de junio de 2019. Estadio de Lublin. Polonia. Semifinales de la Copa Mundial Sub-20. Ecuador, envalentonado por un gran triunfo ante Estados Unidos, sueña con llegar al partido decisivo de un Mundial por primera vez en su historia. República de Corea se viste de verdugo y corta ese camino.

1 de junio de 2023. Estadio de Santiago del Estero. Argentina. Octavos de final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. Ecuador, que llega con la confianza por las nubes después del histórico triunfo por 9 a 0 ante Fiyi, con algunas de las mejores figuras de este torneo, busca sanar aquella herida y además continuar su ruta hacia la final.

Pero no. La historia se repite. Los asiáticos festejan emocionados, con el sueño intacto, también en la búsqueda de su propio desquite después de haber quedado a las puertas de la gloria en Polonia 2019. Los sudamericanos lloran desplomados sobre el césped, sin consuelo.

Hay una vieja frase que repite que, a veces se gana y a veces se pierde, pero el fútbol siempre da revancha. Y aunque los jóvenes futbolistas ecuatorianos no puedan procesarlo en en este momento de tristeza, es así. Ahí está Justín Cuero, cuatro goles en este certamen, con un futuro enorme por delante.

Y qué decir de Kendry Paez, 16 años y un puñado de días, el jugador más joven de este torneo, que además tuvo en su botín zurdo un imán para los ojos de los espectadores. Hoy no es consuelo. Pero mañana lo será. Así como ocurrió en Polonia 2019. Más allá de no poder coronar, Ecuador construye sobre la certeza de que tiene una base firme.

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