Dublín, 19 de junio de 2023 (OMM) — El cambio climático está afectando gravemente a las personas, las economías y el medioambiente de Europa, el continente que está experimentando el calentamiento más rápido. El año 2022 estuvo marcado por el calor extremo, la sequía y los incendios forestales. La temperatura de la superficie del mar alcanzó nuevos máximos en toda Europa y se registraron olas de calor marinas. El deshielo de los glaciares alcanzó niveles sin precedentes.
La publicación Estado del clima en Europa en 2022, la segunda edición de un informe de carácter anual, ha sido elaborada conjuntamente por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea (UE).
En ella se muestra que, desde los años ochenta, la temperatura en Europa ha aumentado el doble que la temperatura media mundial, y ello ha conllevado consecuencias de gran alcance para su tejido socioeconómico y sus ecosistemas. En 2022, la temperatura en la región se elevó aproximadamente 2,3 °C por encima de la media del período preindustrial (1850-1900), el valor utilizado como referencia en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Pero hay esperanza: por primera vez, el año pasado se generó más electricidad con fuentes renovables que con gas natural, una fuente de energía contaminante. En 2022 la energía eólica y la energía solar produjeron un 22,3 % de la electricidad de la UE, superando así al gas natural (20 %).
“Por primera vez en la historia, en la UE se generó más electricidad a partir de energía eólica y solar que a partir de gas natural. Para reducir la dependencia de los combustibles fósiles es crucial incrementar el uso de las energías renovables y las fuentes de energía con bajas emisiones de carbono”, declaró el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. “Los servicios climáticos son fundamentales para asegurar la resiliencia de los sistemas energéticos frente a las perturbaciones climáticas, planificar su funcionamiento y fundamentar las medidas destinadas a potenciar la eficiencia energética”, añadió.
El informe se centra especialmente en la energía y pone de relieve en qué medida el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como los episodios de calor intenso, las precipitaciones fuertes y las sequías, incide cada vez más en la oferta, la demanda y las infraestructuras del sistema energético europeo.
El informe, que se acompaña de gráficos interactivos, se ha publicado coincidiendo con la Sexta Conferencia Europea de Adaptación al Cambio Climático, celebrada en Dublín (Irlanda).
“El estrés térmico sin precedentes que los europeos sufrieron en 2022 fue uno de los principales causantes del exceso de mortalidad registrado en Europa a raíz de las condiciones meteorológicas. Desafortunadamente, no puede considerarse un hecho puntual ni un episodio debido a una anomalía climática. Según nuestro conocimiento actual del sistema climático y de su evolución, este tipo de fenómenos forman parte de una tendencia que incrementará la frecuencia y la intensidad de los episodios extremos de estrés térmico en toda la región”, señaló el doctor Carlo Buontempo, director del C3S.
Según la información de la Base de Datos Internacional sobre Desastres (EM-DAT), en 2022 los peligros meteorológicos, hidrológicos y climáticos causaron en Europa 16 365 víctimas mortales y afectaron directamente a 156 000 personas.
Alrededor del 67 % de los fenómenos guardó relación con crecidas y tormentas que ocasionaron la mayor parte de los perjuicios económicos totales, valorados en unos 2 000 millones de dólares de los Estados Unidos. Las olas de calor fueron mucho más graves en términos de mortalidad, puesto que, según los datos registrados, provocaron un exceso de mortalidad cifrado en más de 16 000 personas.
“En 2022, muchos países de Europa occidental y suroccidental vivieron su año más cálido jamás registrado. El verano fue el más caluroso del que se tiene constancia: las altas temperaturas exacerbaron las graves condiciones de sequía generalizada, alimentaron violentos incendios forestales que calcinaron la segunda mayor superficie de la historia y produjeron un exceso de mortalidad debido al calor del orden de miles de defunciones”, afirmó el profesor Taalas.
Nota: Puede que no consten las cifras relativas a los efectos de algunos desastres al no disponerse de los datos correspondientes |
Mensajes principales
Temperaturas: Para Europa fue el verano más cálido jamás registrado. Varios países, entre ellos Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, el Reino Unido y Suiza, vivieron el año más cálido del que se tiene constancia.
En Europa, la temperatura media anual de 2022 se situó entre la segunda y la cuarta más altas de las que se tienen datos, y se observó una anomalía de unos 0,79 °C por encima de la media de 1991 a 2020. Este período se utiliza como referencia para comparar con la media de esos 30 años las variaciones de temperatura o precipitación, entre otras variables, con miras a proporcionar información a los sectores sensibles al clima. En 2022, las precipitaciones fueron inferiores a la media en gran parte de la región. Se trató del cuarto año seco consecutivo en la península ibérica y del tercero en las regiones montañosas de los Alpes y los Pirineos.
Francia vivió el período de enero a septiembre más seco de su historia, mientras que en el Reino Unido y Uccle (Bélgica), el período de enero a agosto fue el más seco desde 1976, lo que tuvo profundas consecuencias para la agricultura y la producción energética. El 26 de julio, las reservas de agua de España se habían reducido hasta el 41,9 % de su capacidad total y en algunas cuencas el porcentaje era incluso menor.
Entre 1997 y 2022, el volumen de hielo de los glaciares de Europa disminuyó unos 880 km3. Los Alpes fueron la región más afectada, ya que el espesor del hielo se redujo en promedio 34 metros. En 2022, los glaciares de esa cordillera registraron nuevamente una pérdida récord de masa en un solo año, provocada por unas acumulaciones de nieve muy bajas durante el invierno, un verano muy cálido y la deposición de polvo del Sáhara.
El manto de hielo de Groenlandia perdió 5 362 ± 527 Gt de hielo entre 1972 y 2021, lo que contribuyó a un aumento del nivel medio del mar a escala mundial de unos 14,9 mm. Según las evaluaciones científicas, durante 2022 siguió perdiendo masa.
La temperatura media de la superficie del agua en el Atlántico Norte fue la más cálida jamás registrada, y amplias extensiones de mar de la región se vieron afectadas por olas de calor marinas fuertes o incluso severas y extremas.
El ritmo de calentamiento de la superficie del agua, particularmente en el mar Mediterráneo oriental, los mares Báltico y Negro y el Ártico meridional, superó en más del triple la media mundial.
Las olas de calor marinas provocan la migración y la extinción masiva de especies, la llegada de especies invasoras y la alteración de los ecosistemas y la biodiversidad.
Energía nuclear
A escala mundial, en los tres últimos decenios se han incrementado las interrupciones en la actividad de las centrales nucleares debidas a condiciones climáticas adversas, aunque siguen representando una parte muy pequeña del total de las paradas de esas instalaciones. En 2021, las pérdidas de producción relacionadas con las condiciones meteorológicas supusieron aproximadamente el 0,33 % de la energía nuclear generada en el mundo. El bajo caudal de los ríos y el aumento de las temperaturas y los episodios de calor extremo son los principales factores.
Según los escenarios que apuntan a un clima más severo a largo plazo, Europa meridional podría registrar algunos de los mayores aumentos porcentuales a escala mundial en lo que respecta a temperaturas extremas superiores a 40 °C y número de días secos consecutivos. Esta perspectiva, en particular para las centrales nucleares que puedan ubicarse en el sur de Europa, subraya la necesidad de disponer medidas de adaptación asociadas a estrictas revisiones de seguridad, si se decide que las centrales sigan en funcionamiento.
Servicios climáticos
Los servicios climáticos —esto es, el suministro y uso de información sobre el clima para fines de adopción de decisiones, que abarca la recopilación de datos, el monitoreo y el análisis de variables climáticas y la generación de las correspondientes predicciones y proyecciones— son clave para apoyar la transición energética mundial hacia el cero neto en emisiones.
Los servicios climáticos son importantes para la selección de emplazamientos, la evaluación de los recursos y la financiación; el funcionamiento, el mantenimiento y la gestión de los sistemas energéticos; la integración de la electricidad en la red, y la evaluación del impacto de los sistemas energéticos.
También son necesarios para asegurar la resiliencia de los sistemas energéticos frente a las perturbaciones climáticas y para fundamentar las medidas destinadas a aumentar la eficiencia energética.
Según una encuesta realizada por la OMM entre los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN), el 83 % de los Miembros europeos declararon prestar servicios climáticos en el ámbito de la energía. Sin embargo, menos de la mitad proporciona predicciones climáticas para el sector energético. Por consiguiente, no se ha aprovechado todo el potencial de los SMHN para apoyar la transición energética.
La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado
del sistema de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua.
Notas para los editores
La publicación de la OMM titulada Estado del clima en Europa en 2022 es el segundo informe de una serie publicada anualmente por la Asociación Regional para Europa de la OMM (AR VI) y el C3S del Programa de Observación de la Tierra de la UE. Incluye inestimables contribuciones de los SMHN, la red de Centros Regionales sobre el Clima de la OMM para Europa, el C3S, los organismos de las Naciones Unidas y numerosos expertos y científicos de la región y del mundo.
Acerca de Copernicus y del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio
Copernicus es un componente del Programa Espacial de la UE. Se financia con cargo a recursos de la Unión y es su programa insignia de observación de la Tierra. Se articula en torno a seis servicios temáticos: vigilancia atmosférica, vigilancia marina, vigilancia terrestre, cambio climático, seguridad y emergencias. Suministra datos y servicios operativos de libre acceso que proporcionan a los usuarios información fiable y actualizada sobre nuestro planeta y su entorno.
El Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) opera dos servicios de Copernicus, el programa de la UE de observación de la Tierra: el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (SVAC) y el C3S. También contribuye al Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus (SGEC), puesto en marcha por el Centro Común de Investigación (CCI) de la UE.
El C3S suministra información fidedigna sobre el clima pasado, presente y futuro, así como herramientas para que los encargados de la formulación de políticas y las empresas puedan aplicar estrategias de mitigación del cambio climático y de adaptación a sus efectos. Cada mes de abril, el C3S publica su propio informe sobre el estado del clima en Europa (ESOTC), en el que se analiza el clima del año anterior.
Para obtener más información, sírvase visitar la dirección https://climate.copernicus.eu/.
public.wmo.int